Ley de Medios y monopolio de Antel

Otra vez la bancada del Frente Amplio ha embestido con la ley de Medios. El miércoles llegó a la comisión de Industria, luego de que en la cámara de Diputados se le hicieron algunas modificaciones al proyecto votado en el Senado. Muy poco importan las objeciones de la oposición o de juristas de prestigio como Martín Risso, Carlos Delpiazzo o Juan Pablo Cajarville. La determinación es que se sancione cuanto antes.El desdén respecto de la opinión de legisladores de otros partidos y la de gente preparada, condice con el lamentable récord alcanzado en cuanto a leyes que posteriormente debieron ser declaradas inconstitucionales por la Corte Suprema. El mal uso de la mayoría legislativa, derivada en una franca prepotencia, los ha llevado a votar horrorosos proyectos, a pesar de todas las advertencias. Más de una vez, la propuesta surgida de esas filas ha sido la de votar igual, aunque se sepa que es una mala ley, que contiene artículos que hasta chocan con el punto de vista de alguno de los suyos, con la promesa de que después se arregla votando otra. Algún conspicuo integrante del partido como Danilo Astori concordó con lo que reclama la oposición en cuanto a que no es momento, a poco de las elecciones, para votar una ley semejante. Pero ya se sabe que el predicamento del senador Astori o la firmeza de sus posturas dejan que desear.Y el presidente Mujica, que, para variar, como dice una cosa dice la otra, (todos recordamos su famosa afirmación de que si le traían una ley de esta clase, la tiraría a la papelera), al tiempo que habla de que hay dificultades para aprobar el proyecto, manda una delegación para conversar con los legisladores y entre ellos, el asesor en asuntos de telecomunicaciones, Gustavo Gómez, uno de los artífices del proyecto, para pulir las modificaciones introducidas.Aparte de las generalidades donde se versea sobre la libertad de expresión, conceptos que luego son contradichos abiertamente, por la otra parte del articulado que interfiere en los contenidos, crean un órgano rector que tendrá un poder preocupante, para determinar qué es plural, qué no lo es, y toda otra serie de restricciones. El mentado proyecto amplía el papel del Estado en el mundo de las comunicaciones; se afirma...