Loco por los remates, el arte, el rugby y las plantas

Con espesa barba y rastas, el rematador Enrique Stajano llamó la atención de gente para nada vinculada al mundo de las subastas. Bajó el martillo para salvar una fuente de trabajo, la ex Paylana, y se hizo famoso.Octubre se inició con dos remates que posicionaron en todos los medios de prensa a los martilleros de turno. Uno fue el de los aviones de Pluna. Dos días después, Enrique Stajano fue responsable de la subasta de la textil Paylana. En este caso, el BROU adquirió el inmueble, 16 telares y otras máquinas por la suma de US$ 2.750.000Entre miles de televidentes que nunca merodean el circuito de los remates, el look de Stajano y su propuesta escénica llamaron la atención: desde sus rastas a lo Bob Marley y su barba de gurú indio, hasta el habitual reparto de bombones que hace entre los presentes.En su casa del Buceo un cartel anuncia que no hay timbre, e invita a que el visitante grite la palabra AMIGO, cosa a la cual se animan pocos. La mayoría golpea las palmas de sus manos, como en campaña.Stajano nació en Montevideo hace 52 años, pero se define como un hombre arraigado también al campo. Confiesa que por eso, en la fachada de su hogar cuelgan seis cráneos de vaca, que más resaltan debido a que la pared del frente a la calle Humberto 1° está pintada de rojo. "Tengo en la cabeza imágenes de Boston, Massachussets. Pintaban los galpones todos de rojo, con sangre de vaca o de oveja. Antes estaba de amarillo, pero cuando la pinté de rojo, en la esquina justo pusieron una whiskería, una casa de masajes, y no sabés la cantidad de veces que venían acá, confundidos", cuenta con humor quien además es ingeniero agrónomo y estudió tres años en Bellas Artes, porque le agrada mucho el diseño y la pintura, los colores fuertes del impresionismo de Van Gogh y Gauguin, los que suele emplear para realizar por sí mismo toda la cartelería para difundir sus remates.-¿Por qué las rastas?-Algún día nos vamos a morir y vamos a vivir en otro lado. Pero lo que quieras hacer acá, hacelo. No te lleves por lo que digan. Cuando era chico, en el campo, siempre había caballos nuevos. El potro anda suelto, le crecen las crines y se le forman las rastas.Stajano no tiene teléfono celular ni televisor. Es católico y en política le tiran los blancos. Escucha la radio Rural "y a un demente que anda por ahí, que es agrónomo también, César Vega, en la radio Fénix. El tipo dice algunas cosas muy buenas y otras malas. Pero hay que rescatar las buenas", afirma.Stajano confiesa que no le gusta...

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