Más de 45.000 personas en 110ª subida al Verdún

LAVALLEJA | FERNANDO BONHOMMEAyer 19 se cumplieron 110 abriles de peregrinaciones a la Virgen del Verdún, sitio que fuera declarado Santuario Nacional el año pasado. Unas 45.000 personas arribaron a Minas, superando todas las expectativas.Apenas comenzó a despuntar el sol sobre los cerros los primeros ómnibus arribaron al pie del cerro Verdún. Todavía el rocío cubría el pasto y en las zonas bajas de la ciudad la niebla limitaba la visibilidad a unos pocos metros. A las 8 en punto ascendieron a la cima los primeros sacerdotes. Detrás, el pueblo entero recorrió el camino del Vía Crucis de unos 1.000 metros de largo.Antes de las 10 de la mañana unos 85 ómnibus habían estacionado en los lugares previstos, los automóviles colmaban las localidades del cerro y el sendero hacia la cima parecía un camino de hormigas, repleto de personas que iban y venían a cumplir promesas o pedir favores a la Virgen del Verdún.Como cada año, basta un sombrero, un bastón, un recipiente con agua y la fe puesta en María para desafiar los 325 metros que se necesita subir para rezarle a la Virgen.Héctor Pérez llegó este año desde Barrancas a agradecerle a la Virgen por haberlo curado de leucemia hace cinco años y a pedirle por la salud de su primer nieto que nacerá en España en agosto. Juana y Roberta, con unos cuantos años encima, esperaban a la vera del camino que el resto de su familia cumpliera la misión; habían llegado desde Rocha y asisten cada vez que pueden, dijeron.Durante todo el recorrido las vivencias se repiten: personas que suben descalzas, quinceañeras con sus vestidos de fiesta, bebés en brazos para ser presentados a la virgen, deportistas, y hasta mascotas que acompañan a su dueños, son parte del folclore de la celebración religiosa más importante que existe en Uruguay.La jornada de ayer, con un cielo diáfano y una temperatura cercana a los 20°C, invitaba a disfrutar de la imponencia del paisaje serrano: la vista se perdía a kilómetros de distancia entre cerros y más cerros. Desde lo alto, la ciudad de Minas parece armada con piezas de rompecabezas y los devotos se llenan de esperanza y serenidad a los pies de la virgen.LA MISA. A las 10 de la mañana se celebró la misa principal de la jornada presidida por el obispo de Minas, Jaime Fuentes. En su primera celebración al frente de la Diócesis, monseñor Fuentes remarcó que "es mentira que el Uruguay no es católico" y subrayó que la "expresión de fe" que se estaba viviendo en Verdún "demuestra la religiosidad" del pueblo...

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