Son malos ganadores

Sosa se bancó un festejo agresivo de los colombianos.

Es inexplicable cómo no reaccionó Sebastián Sosa y se quedó sentado en el piso masticando la bronca. Es lo que todo el mundo se pregunta, más teniendo en cuenta las circunstancias de cómo se desarrolló el partido. Rosario Central, que había ganado 1-0 de local en el Gigante de Arroyito, perdía 2-1, pero aún clasificaba a las semifinales de la Copa Libertadores, ya que Atlético Nacional necesitaba un gol más. Cuando iban casi cinco minutos de descuento (el árbitro uruguayo Daniel Fedorzcuk había dado seis), el colombiano Orlando Berrío aprovechó una pelota que cayó en el área chica y anticipó al arquero uruguayo para marcar el tercero del equipo colombiano, que le dio el boleto para estar entre los cuatro mejores de América.

Con el tanto ya consumado, tanto Marlos Moreno como Berrío se agacharon frente a Sebastián Sosa y le gritaron con todo el gol en la cara. El arquero se quedó atónito y no respondió. Berrío no se quedó ahí porque también le hizo gestos a Damián Musto, que reaccionó, lo enfrentó y vio la rojo así como también al autor del gol, aunque Fedorzcuk omitió la roja a Moreno. A partir de ese momento se armó una montonera entre los jugadores y la seguridad local, que prosiguió minutos después cuando terminó el partido, donde incluso estuvo entreverado el técnico Eduardo Coudet.

¿Por qué Berrío reaccionó de esa forma en lugar de ir a festejar con los suyos...

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