Los mataron con barras de hierro porque 'eran familiares nuestros'

Los mataron a golpes por 600 pesos. Los asesinos eran sobrinos de las víctimas y adictos a la pasta base. Les partieron los cráneos a la pareja de ancianos con barras de hierro y los terminaron de ejecutar con puntazos de un destornillador.Las pisadas de los tres asesinos quedaron registradas en el mar de sangre del living de la casa de los ancianos en Punta de Rieles. Cargaron en una carretilla lo que encontraron. Ajenos a toda piedad, pasaron varias veces por encima de los cuerpos destrozados por los golpes."Fue una carnicería", opinó uno de los operadores judiciales que concurrió al lugar. Las fotografías y los dibujos realizados por el técnico forense mostraban los cráneos destrozados de los dos ancianos.Recién había caído la noche del lunes 27 en Punta de Rieles, un barrio caracterizado por casas en terrenos de gran superficie. Allí la separación entre las viviendas y el campo es difusa.A las 21:00 horas del lunes pasado, dos hermanos y un tercer sujeto se dirigieron hacia la casa de sus tíos políticos, Hugo Romano (70) y Gladys Garrido (62), ubicada en Camino Maldonado a la altura del 6654.Pensaban que los ancianos tenían dinero guardado porque vivían en forma cómoda. Adictos a la pasta base, planificaron la rapiña con homicidio del matrimonio."Los bajamos porque eran familiares nuestros. No podíamos dejar testigos", confesó ayer un menor que participó en el crimen al juez de Adolescentes Gerardo Peduzzi y al fiscal, Gustavo Zubía.Los tres asesinos llegaron a la casa y patearon la puerta de lata de la vivienda. Romano y Garrido trataron de salirles al cruce. Nada pudieron hacer.En silencio, los asesinos golpearon reiteradamente a los dos ancianos en la cabeza. "Tenían tres o cuatro golpes en el cráneo cada uno", señala parte del expediente judicial al que tuvo acceso El País.En ese momento, los delincuentes se llevaron la televisión. La vendieron en $ 600. Una hora más tarde retornaron a la casa con un carro de mano.Sin inmutarse, caminaron por encima de los cuerpos. Pasaron el carro por la puerta. Los cadáveres de Romano y Garrido dificultaron el cruce del carro de mano hacia el...