Para mejorar, precisa que el diez entienda el juego

DANIEL ROSALas cosas claras: Nacional en estos momentos no precisa jugar bien sino ganar y desde ese punto de vista los tricolores deben estar satisfechos. La prioridad el domingo ante Bella Vista era conseguir los tres puntos porque la intranquilidad había empezado a invadir Los Céspedes. No obstante, el nivel futbolístico volvió a ser malo y eso, de cara a un partido clave como el de mañana ante Argentinos Juniors por Copa Santander Libertadores, debe inquietar.Ya no se trata de que las jugadas que tanto entrena "JR" durante la semana no salen, sino que ni siquiera se intentan porque la falta de confianza de los jugadores es alarmante. Eso lo alimenta el hecho de que se fallan pases constantemente a pocos metros de distancia. ¿Es culpa del técnico? Por supuesto que no, porque a quien concurre asiduamente a Los Céspedes a observar los entrenamientos le consta que se ensaya muchísimo y que Carrasco detiene el juego constantemente para marcar los errores y ajustar los movimientos. Ahora bien, ¿qué pasa con los jugadores?En diálogo con ellos reconocen que existe un exceso de ansiedad en virtud de los malos resultados. Por otra parte, da la sensación de que hay más preocupación por ejecutar las jugadas que se ensayan durante la semana que de hacer lo correcto. Entonces, Nacional en lugar de transformarse en un equipo automatizado como quiere el técnico, pasa a ser esquematizado y absolutamente previsible.Es más, la solución la aportó el propio Carrasco con los cambios que realizó, ya que puso a tres jugadores que, producto de su experiencia, personalidad y jerarquía técnica, se preocuparon más por desequilibrar que por llenarle el ojo al técnico. Horacio Peralta le dio profundidad y creación, el "Morro" en vez de hacer un pase al medio o de abrir las piernas, le pegó al arco y anotó y el "Muñeco" Gallardo demostró que para jugar en velocidad a veces es mejor hacer la pausa y lanzar al que va corriendo que hacer un pase apurado, sin tener el control del balón y a un compañero mal ubicado, como lo hizo en reiteradas ocasiones Mauricio Pereyra.creación. Tampoco se le puede achacar al entrenador que no haya buscado variantes, porque un jugador de su riñón es Robert Flores y, sin embargo, lo ha radiado del equipo porque pese a ser el que mejor conoce su sistema no ha rendido en la creación. Y allí está el principal déficit de Nacional, en la falta de un generador de fútbol.Carrasco probó con Flores, con Pereyra, con Cabrera, con Viudez, con Peralta y finalmente...

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