'El monólogo está en mis genes'

Su primera cita con el público en 2017 será el jueves 5 de enero, en Tío Tom, próximo a Chihuahua, a las 22.00 horas. Gran opinador, a Carlitos Perciavalle pocos temas le son ajenos. Por eso, en larga y amable entrevista con El País, el histórico humorista fue atajando una por una las preguntas, que pasan por la muerte de Fidel, el ascenso de Trump, su amistad con Gasalla, China Zorrilla, y muchos otros asuntos. Afirma que se siente maravilloso.

¿A qué velocidad va la cabeza al hacer un monólogo?

Rápido, hay que estar muy despierto. No sé, debe ser que el monólogo está en mis genes, me cuesta mucho explicar qué es lo que me pasa. Sé hacerlo, sé idearlo, y sé manejarme con el público adelante. El público para mí es un elemento fundamental, es el otro protagonista. Podés empezar el monólogo, pero terminarlo totalmente distinto a lo habitual según la reacción de la gente.

Hace poco te sumaste a un tributo a Eduardo D´Angelo. ¿Se puede decir que el humor de Telecataplum y el tuyo marcaron dos caminos?

Ellos tenían unos libretistas estupendos, Jorge y Daniel Scheck, y concretaron un estilo único. Hicimos distinto tipo de humor, no sé como definirlo, quizá ellos eran, más intelectuales. A mí me cuesta definir el trabajo de mis colegas. Eran bárbaros. Todos me hacían reír. Adoré a Raimundo Soto, trabajé en Teatro Universitario con Enrique Almada, los dos muy jóvenes. Lo quise mucho también a DAngelo, y Espalter, que cuando empezó hacía unas mímicas geniales. Incluso antes de que se muriera Espalter quise hacer un show con él, pero ya estaba muy mayor, y al poquito tiempo se murió. Cada uno tenía lo suyo, todos eran colosales.

¿Y Les Luthiers, es un grupo que tu disfrutás?

Sí, pero más o menos. Yo los quiero mucho, es un caso típico de un humor musical, me gustan mucho, pero me gustaban más los chicos nuestros.

China Zorrilla fue tu gran partenaire femenina, ¿cómo se conocieron?

Yo tenía 13 años y la fui a ver siendo yo estudiante de liceo, y en la clase de literatura nos mandaban al Teatro Solís. Y dando el Siglo de Oro, nos mandaron ver Don Gil de las calzas verdes . Y me deslumbré con China. Y después de la función la fui a ver al camarín, y a partir de ese momento nos hicimos íntimos amigos. Nunca dejamos de reírnos, por 60 años, hasta el final. Una relación maravillosa, que nació cuando nos conocimos. Por eso hice el espectáculo Mi vida con China .

Con Antonio Gasalla también hacían una dupla genial.

Una empatía, una química perfecta. Fue la...

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