Ni Montes del Plata ni UPM

La empresa Montes del Plata ha confirmado lo que ya muchos sabían o sospechaban. Que si bien se esperaba el comienzo de sus actividades para fines de septiembre de este año, no se cree posible que pueda empezar a producir antes del año próximo por los atrasos generados por problemas laborales, climáticos y de gestión.Y no se trata de un emprendimiento cualquiera, sino el más grande del Uruguay, seguramente, con una capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas de pulpa de celulosa. En 2012 el grupo finlandés Stora Enso que se asoció con la chilena Arauco, decidió hacer esta inversión de unos US$ 2 mil millones de dólares, a los que se suman unos US$ 700 millones destinados a tierras.La capacidad máxima de producción de la papelera será de 1,3 millones de toneladas de celulosa. Esta postergación significará una pérdida de ingresos para la empresa de muchos millones y aseguran que en la actualidad no pueden determinar cuando comenzará a operar. Se dice que para dentro de unos cinco meses. Esto significa que el Uruguay no solo va a dejar de producir y exportar las 200 toneladas más que le propuso la otra pastera ya instalada, UPM, sino también los volúmenes que este año hubiera podido elaborar Montes del Plata.Son dos casos de importancia emblemática en la dinámica económica de nuestro país, el cual muy alejado estuvo hasta hace poco, de actividades industriales privadas de este porte, pues lo más grande que hemos tenido son los monopolios estatales, escasamente manejados con criterios verdaderamente empresariales. Desperdiciar la posibilidad de que Uruguay produzca más, es darse un lujo completamente fuera de lugar. Es golpear a la vez, a toda una cadena de múltiples negocios, servicios y ventas comerciales que se generan a su alrededor. Se estima que unos 6.000 trabajadores serán afectados por el cese de UPM, teniendo en cuenta los puestos de trabajo que se han creado a partir de su puesta en funcionamiento, adonde se incluyen productores y obreros forestales, otros trabajadores de la madera, transportistas, inclusive empresas públicas como la distribuidora de combustibles Ducsa o la UTE, a cuya red de energía eléctrica le llegan varios Megavatios desde las calderas de la planta...