El mundo reaccionó con varios homenajes y también protestas

Un estadounidense residente en París lloró lo que perdió; en Bruselas llamaron a un minuto de silencio y en la base de Bagram, norteamericanos y afganos se pararon ante una reliquia del Centro de Comercio Mundial.Al mismo tiempo, una jubilada israelí recordó a su hija muerta: "Mi mundo quedó destruido. Para mí, cada día es un 11 de septiembre".Una década después, los líderes y ciudadanos mundiales reflexionaron sobre los ataques terroristas en Estados Unidos que causaron casi 3.017 muertos -incluidos los 19 atacantes- procedentes de 50 países.Como recuerdo del peligro que entraña el integrismo islamita, un atacante talibán suicida mató a cinco civiles e hirió a 80 soldados estadounidenses en un puesto de avanzada de la OTAN en el Este de Afganistán. Y en la frontera norteña de Kenia con Somalia, hombres armados mataron a un ciudadano británico y secuestraron a su esposa en una playa turística.Millones de personas de todo el mundo se unieron a los sentimientos de horror, tristeza y estupefacción al volver a contemplar las imágenes del momento en que perdieron un amigo o un familiar.Las ceremonias, en algunos lugares, fueron interrumpidas por protestas reducidas y la reaparición de las viejas teorías conspirativas según las cuales el gobierno estadounidense tramó los ataques.Ceremonias. "En este día Kirguizistán, como el resto del mundo, comparte el dolor de Estados Unidos``, dijo la presidenta, Roza Otunbayeva, en una ceremonia efectuada en una base aérea estadounidense en ese país de Asia central, usada para abastecer las operaciones en la vecina Afganistán.Mientras, unos 500 soldados se congregaron en la base aérea de Bagram, cerca de la capital afgana, Kabul, para asistir a una ceremonia frente a una reliquia procedente del Centro de Comercio Mundial, brevemente interrumpida por un caza de combate que pasó rasante.En Bruselas, en la sede de la OTAN un soldado francés llamó a silencio con la trompeta y las banderas de los 28 países de la Alianza fueron bajadas a media asta en homenaje a las víctimas. Unos 130.000 soldados de la OTAN -100.000 estadounidenses- están luchando ahora en Afganistán.Para algunas personas, el dolor nunca cesa. En Malasia, Pathmawathy Navaratnam se levantó en su casa suburbana e hizo lo mismo que ha hecho en la última década: dar los "buenos días`` a su hijo Vijayashanker Paramsothy, quien murió en el ataque de Nueva York.En Pakistán, los partidarios de un partido político islamita realizaron protestas antiestadounidenses con...

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