La música que los jovencitos cantan

Con las entradas agotadas, el Teatro de Verano recibe hoy al trío mexicano Camila, uno de los últimos y más notorios signos del pop masivo, que fue reconfirmado en la última entrega de los premios Grammy Latino.El segundo disco del grupo, Dejarte de amar, y la canción Mientes se constituyeron en el fenómeno de los Grammy Latino 2010, al arrasar con los principales premios.Era una de las fijas en la previa. Y en la ceremonia de entrega, en la ciudad de Las Vegas, Mario Domm, Samuel Parra "Samo" y Pablo Hurtado pasaron a levantar la estatuilla en tres de las principales categorías, a la canción y grabación del año y al mejor álbum pop de grupo.Inmediatamente, los mexicanos retomaron la gira promocional del disco y ahora ya están recorriendo Sudamérica, en una agenda de conciertos que incluye, por primera vez, a nuestro país.Al conocerse la noticia de esta visita se despertó la inquietud de sus seguidores y, a unos días de esta función en el Teatro de Verano, las entradas ya estaban agotadas. Los foros en Internet, los programas radiales (especialmente aquellos que sortean entradas) también explotaron con los mensajes de sus fans adolescentes y jóvenes.Otro signo para atender en un fenómeno de recepción que, por más que cambien los nombres y los rostros con los años, las décadas (y hasta con los meses), se mantiene como una de las fuerzas artísticas, sociales (y económicas) en la cultura contemporánea.Con la edición de Todo cambió, su primer disco, lanzado en 2006, Camila pegó (y muy fuerte) en la vertiente romántica del pop. Cuatro años después, Dejarte de amar marcó un cambio que, según Mario Domm, tiene un carácter autobiográfico.Este disco, a diferencia del anterior, se mueve en una trama de tópicos conectados con la desilusión amorosa, la mentira y su oposición conflictiva con la honestidad. Los títulos de las canciones no dejan lugar a especulaciones o confusiones: Mientes, el corte más difundido y premiado, Dejarte de amar, el tema que da nombre al disco, Aléjate de mí, Me voy o De qué me sirve la vida.La soledad, también ha dicho Domm, no desaparece con la fama o las multitudes que asisten a un concierto. Ahí, sin duda, está uno de los motores creativos más fuertes. Y el cantante lo sabe y, para este disco, lo dejó bien claro: la mayoría de las canciones son de su autoría, salvo dos que pertenecen a sus compañeros, Pablo Hurtado y Samo.Este cambio en materia de tópicos e intenciones expresivas, sin embargo, no tuvo un correlato tan drástico en materia...