Nacional y el problema del doble cinco: perdió al mejor jugador, se le lesionó el sustituto y hoy lo sufre

Por Ángel AsteggianteDe la temporada anterior a esta Nacional perdió jugadores en todas sus líneas, pero todavía no pudo disimular una ausencia: la de Felipe Carballo. El volante se fue a Gremio y al nuevo DT, Ricardo Zielinski, le quedó un hueco enorme y difícil de llenar.Sin Carballo, el punto más alto del Uruguayo 2022, Nacional perdió marca y consistencia en la mitad del terreno, pero principalmente visión de juego para distribuir la pelota y remates de larga distancia. Sin ir más lejos, el año pasado convirtió ocho goles (una cifra altísima para un volante) y dio cuatro asistencias.El plan de Nacional estaba claro. Sabiendo que Carballo tenía los días contados en el club, un semestre antes trajo a un volante mixto y de similares características: Francisco Ginella. De destacado pasaje en Wanderers, y tras tres temporadas con continuidad en Los Ángeles FC de la Major League Soccer, desembarcó en Los Céspedes con el objetivo de tomar la posta.El año pasado jugó poco producto del gran rendimiento de Carballo (apenas 340), pero ahora tenía todo el camino allanado. Sin embargo, se lesionó en el arranque de la pretemporada en la primera semana de enero. Sufrió la fractura de un hueso del tobillo de la pierna derecha y le quedan algo más de dos meses de recuperación.Ricardo Zielinski, entrenador de Nacional.Con este panorama, Zielinski probó casi todo en la zona de contención. Pese a ello, los resultados no fueron los esperados. Diego Rodríguez, que se afianzó en la recta final del Uruguayo anterior, no encontró todavía un socio. Hace un desgaste enorme, pero aún no logra darle a Nacional una salida limpia. Por eso, por momentos, se ve un equipo partido y que le cuesta generar conexiones con los atacantes. Principalmente también porque el DT argentino está decidido a apostar por un juego vertical, sin explotar las bandas.Zielinski repitió el mismo doble cinco en la final de la Supercopa ante Liverpool y en el clásico con Peñarol: el Torito y Diego Zabala. Didí demostró que puede dar una mano en esa zona del campo, pero que lógicamente se siente más cómodo cerca del área contraria y llegando por sorpresa a espaldas de los delanteros. Es un futbolista...