Nápoles a los pies del salteño

SILVIA PÉREZCuando llevaba solo un mes en Napoles, ya no podía salir a la calle. Llegó a irse a pasar el día a Palermo en busca de algo de tranquilidad. Hoy, siete meses más tarde y con 25 goles convertidos, el asedio de los fanáticos napolitanos es muchísimo mayor."Nosotros intentamos hacer nuestra vida de siempre, pero no es fácil. Cuando tenemos un día libre tratamos de irnos a Roma, o algún otro lugar lejos de Nápoles. Aunque, los napolitanos están por todos lados. O sea que no me voy a salvar, pero lo voy a pasar un poco más tranquilo".Es que los hinchas montan guardia en los alrededores de su casa. "Soy muy accesible, pero a veces la gente no se da cuenta y se pasa un poco. Hay que ser bueno, pero hasta cierto punto. Hay que poner un poco de límites. Delicadamente, pero hay que hacerlo".Desde pizzas con su nombre a gigantografías que se llevan al estadio, los napolitanos ya no saben qué inventar para demostrarle su amor y gratitud. "Me han pasado cosas increíbles. El otro día salíamos de casa y nos trajeron una torta enorme, que pesaría como 15 kilos, con un corazón. Era por el nacimiento de Bautista. Me sorprendió, por el gesto de la gente y por el tamaño de la torta. La probamos y estaba deliciosa. Acá hacen todo muy rico, lo hacen con amor".En la temporada 1932-33 Antonio Vojak-gran ídolo napolitano- convirtió 22 goles. Fue récord en el Napoli en una sola temporada. Hasta el domingo pasado, cuando Cavani le anotó tres a Lazio y llegó a 25. En la temporada 86-87 Maradona convirtió 17."No sé si ya soy como Maradona acá, pero gracias a Dios me tocó batir un record que hacía mucho que no se conseguía en Napoli. O sea que va a quedar una marca mía, es un gran orgullo. Estoy contento y feliz por como va el equipo, por el grupo que tenemos y por el entusiasmo que tiene la gente".Los goles que le permitieron ese récord se lo hizo a Fernando Muslera, su compañero en la selección. "El día anterior estuvimos mandándonos mensajes. Él me decía romperedes y yo que no me diera más para adelante porque lo que quería era secarme para el partido. Al final nos despedimos deseando que ganara el mejor, el que cometiera menos errores. Después del partido nos quedamos un rato hablando. Habían perdido y estaban bajoneados, pero un partido no puede cambiar todo lo que ha hecho Fernando en Lazio. Más allá del resultado los dos quedamos contentos porque tenemos una linda relación y sabemos lo que somos y lo que sentimos".Actualmente, y gracias a los goles del salteño...