Si cada uno ve su negocio en forma individual la batalla está perdida

A Jaime Ansieta, subdirector de Interpol en el área de Delincuencia Financiera y Alta Tecnología, le preocupa la escasa colaboración de los actores y la falta de actualización normativa en buena parte del mundo, mientras la utilización de la tecnología en el delito financiero se multiplica. Dice que si el enfoque sigue siendo solo policial y cada uno cuida solamente lo suyo, el delito seguirá creciendo. A continuación, un resumen de la entrevista.-En el plano de los delitos financieros, ¿todo lo relacionado con la operativa informática es lo más preocupante para Interpol?-Desde la década de los noventa, muchas operaciones financieras se suben a la red, lo que ha desplazado a muchos delincuentes a trabajar en el mundo virtual. Hablamos de operaciones de fraude tradicional que emplean la tecnología para cometer el delito, a diferencia del clásico delito informático donde el objetivo de esa actitud delictiva es el propio sistema de información. Esto es algo que nunca termina, se generan medidas de seguridad y aparecen nuevas vías de vulneración. Hay mucho para hacer en un área donde hay espacio para todo, incluido el lavado de dinero. Los delitos informáticos llegaron hace quince años y no hacen otra cosa que mejorar; muchos delincuentes han aprovechado el nuevo espacio virtual porque ven inmejorables oportunidades de negocios.-¿Dónde está el punto más débil de la cadena?-El eslabón más vulnerable, la mayoría de las veces, no es el banco, ni el sistema, sino el usuario. Actualmente, muchas personas acceden a la tecnología sin estar preparadas para hacerlo.Aquel que tiene un computador, que nunca le cargó un antivirus ni los parches de actualización del sistema operativo, es muy probable que tenga su terminal infectada y la información que allí habita, esté disponible para los criminales. No importa lo moderno del sistema si el usuario no mejora sus medidas de seguridad.Hablamos por ejemplo de una transacción electrónica en un cajero automático. No importa que la tarjeta sea con un chip y un pin, reconocimiento de la huella digital, reconocimiento biométrico facial, etc. Cuando el señor que integra la fila no sabe cómo usarla y le pregunta al señor que está detrás, toda esa tecnología no sirve.En las tarjetas de crédito, respecto del phishing (pesca ilegal de datos a través del correo electrónico) y las clonaciones, los datos que se consiguen hoy, violando normas vigentes en un país en Latinoamérica, horas después pueden ser usados en Lejano Oriente.A eso hay que sumarle que aquel que es capaz de vulnerar el sistema de seguridad de un banco, muchas veces no es visto como un delincuente por la sociedad, sino como un genio. No existe esa sanción social que sí está presente en otras actividades delictivas. Tenemos que tomar conciencia de ello.Enfoque integral-Usted habla de enfoque integral del combate a este tipo de delitos. ¿Qué encierra ese término?-Va un ejemplo: hace un par de años, en un país de Europa, tuvieron que cambiar todos los plásticos. El tema se manejó con reserva. ¿Por qué no se habrá informado de un país en el que la banca tuvo que cambiar...