Por qué Neymar no va a Europa

JORGE SAVIAEn la noche del 22 de junio de 2011, bastante antes de empezar la segunda final entre Santos y Peñarol por la Copa Santander Libertadores, de pronto pareció que el superpoblado palco oficial y la parte más cercana de esa tribuna del estadio Pacaembú, en la que no cabía un alfiler desde hacía horas, fueron envueltos por un terremoto.Era una promoción de Garoto: un grupo de promotoras lanzaban al aire una lluvia de bombones y la multitud "se mataba" por agarrarlos en medio de gritos, risas y un -al menos ellos lo vivían así- triunfal jolgorio.Rumor. Acurrucado detrás de la computadora, uno imaginó que sólo un gol del Santos, podía superar los decibeles de aquella conmoción pública.Error, y no en la notebook. Al rato empezó a levantarse un rumor a la voz corrida de "¡Luis Álvaro..! ¡Luis Álvaro..! ¡Luis Álvaro!, mientras la gente comentaba "¡es él…! ¡es él…! ¡es él…!", entre los saludos agradecidos de los hombres, la alegría novelera de las muchachas jóvenes y las miradas casi mimosas de las señoras maduras: "Y en diciembre fui reelegido con el 97% de aprobación; nunca antes nadie había tenido ese apoyo, ¡es un orgullo!"Luis Álvaro de Oliveira Ribeiro es el presidente del Santos; y también mucho más que el hombre que en aquella noche de Pacaembú dio lugar a una expresión popular quizá más cariñosa que la que luego promovió Pelé al pasar entre los hinchas hacia el palco vip, enfundado en un saco rojo que resaltaba aún más su inconfundible figura."La negociación para no vender a Neymar (ante la presión de las ofertas del Real Madrid y el Barcelona) y renovar su contrato hasta el 2014 fueron muy duras. ¡Muy duras! ¡Uuuff…! Yo le diría que hubo que tener mucha paciencia, pero… mucha, ¡mucha! Hubo que tejer y coser, más que hablar, porque el padre recibía 20 millones de euros que eran para él; y el representante 15.000.000. ¡En la mano! ¿Eh? Así que usted calcule. Ellos querían el pase a toda costa. Sin embargo, encontramos una solución, ¡aunque aún hoy muchos dicen que yo estoy loco!".PROFESORES. Expresidente de Banespa, empresario inmobiliario muy poderoso, Luis Álvaro -como se le llama en todo Brasil- es, entonces, hasta más que el presidente que condujo al legendario Santos de Pelé a una conquista que hacía 48 años que no conseguía: la de la Libertadores. Es, en suma, el único dirigente sudamericano que le encontró la vuelta para que una gran figura -nada más ni nada menos que la máxima del fútbol brasileño- se quede jugando en su...

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