No es así

Hablando (como todo el mundo) del más reciente catereté en el culebrón Kirchner vs UPM, un dirigente sindical de Fray Bentos dijo: "No queremos volver a tener que hacer el sacrificio (del puente cortado), por otros… por una poderosa empresa…"Seguramente se trata de un compañero que profesa la solidaridad y defiende férreamente los derechos humanos. Quizás también es de los que cree que la gente clavada en las paradas de ómnibus, como los que pierden clases, (o ven a sus hijos perdiéndolas), como los que no son atendidos en su salud y tantos otros que reciben los efectos de paros y huelgas, no se están sacrificando por otros.O, quizás, es alguien un poco menos sesgado y percibe que en realidad sí se están sacrificando, solo que no es por "otros", sino por nosotros, lo cual haría que la cosa sea, a sus ojos, completamente diferente.Porque nosotros no somos ni ricos, ni mucho menos empresarios, ni -¬Dios nos libre!- encima de todo, Multinacionales!Pero, ¿qué pasa con los obreros de UPM y de otras empresas que trabajan para ella? ¿Con los camioneros, con los trabajadores forestales y con tantos otros? Ah, a esos que los banque UPM, que es rica y Multinacional.Entonces, ¿aceptará sacrificarse el sindicalista en un conflicto con Argentina si UPM bancara a todos eso trabajadores? Difícil que el chancho chifle.¿Y si los directivos y accionistas de UPM, resulta que son menos ricos que el estado Uruguayo y resuelven que no tienen por qué hacer el sacrificio por otros (extranjeros para ellos, además)?Peor: si la medida del bien y del mal es la comparación de mi sacrificio con el de otro, ¿no terminaremos cayendo en la posición Argentina? ¿Por qué los asambleístas de Gualeguaychú tendrían que hacer un sacrificio por algo en lo que no van en nada? Al final, (como pasa atan a menudo), el razonamiento -sofisma- del buen sindicalista termina dando la razón a sus enemigos.El episodio de marras viene bien en estas épocas en que vivimos la exacerbación del reclamo y la recurrente mutación de expectativas en derechos.Peligrosos errores: mi sacrificio no es fuente de mi derecho y la medida de la convivencia democrática no está dada ni por el uno ni por el otro. Así como tampoco el derecho está determinado por el nivel económico del pretendido...