El nuevo hábito mundial

Podría decirse que el Mundial de Brasil se caracterizó, entre otros aspectos, por uno que lo vuelve casi inédito: en lugar de festejar el campeón y algún que otro país más, como ocurrió con Alemania, Holanda y Uruguay luego de Sudáfrica, celebraron casi la mitad de los participantes.Obvio, al regreso los alemanes fueron recibidos bajo palio, pero también festejaron -antes de los incidentes- los argentinos en Buenos Aires, y a los holandeses y los belgas los agasajaron los miembros de las respectivas familias reales, mientras que los costarricenses y los argelinos resultaron centro de gigantescas bienvenidas populares, y a...