Hay nuevo príncipe en París

Aplaudió, se acercó hasta Neymar y lo saludó, casi como que de compromiso. El brasileño acababa de convertir el último gol de Paris Saint-Germain en el 8-0 sobre Dijon en el Parque de los Príncipes y Edinson Cavani daba muestras, una vez más, de su humildad. Sin embargo, la procesión por dentro seguramente era muy diferente.> > “No importa tanto si consigo el gol del récord o no. Lo importante es que el equipo gane”, había dicho el salteño en la previa del enfrentamiento, cuando todo el mundo quería saber si estaba ansioso por convertirse en el goleador histórico del PSG. Al fin y al cabo, le faltaba solo un gol.> > De cualquier manera, en esa celebración del octavo gol se debe haber quedado masticando bronca, como en definitiva todos los uruguayos y, por qué no, los hinchas del equipo parisino.

Al “Matador” le habían cometido el penal que, desde un principio, se vio lo iba a ejecutar Neymar, más allá de que todo el estadio pidiera que fuera el uruguayo el encargado de lanzarlo. Pero no, los acuerdos están para cumplirse y esta vez le tocaba patear a Neymar. Nada de discutir como hace un tiempo, porque si la tormenta ya pasó no era cuestión de volverla a generar. Además, “Edi” recién volvía luego de una penitencia por haberse reintegrado tarde a los entrenamientos luego de haber viajado a Uruguay para recibir el nuevo año.> > Fue gol de Ney, el cuarto suyo en el partido, pero la gente lo abucheó y volvió a vitorear a Cavani. Quizá por eso el brasileño se fue del campo sin dar la entrevista a la TV por haber sido elegido el mejor del campo.

De última, Edi ya había conseguido su objetivo en el minuto 21; había marcado el 3-0 y se había convertido en el máximo goleador en la historia del PSG, igualando la marca de 156 tantos de Zlatan Ibrahimovic.> > La ejecución del penal le hubiera dado a Cavani la posibilidad de quedar como único máximo artillero de la institución ayer mismo y eso, en casa, era lo que pretendían ver los hinchas que clamaron porque Ney se lo dejara patear.> > En todo caso el tanto número 157 de Edi y...