Los nuevos narcisos

En el año 2000 fui testigo de un hecho que aún hoy me provoca risa. Ocupaba el cargo de Subsecretario de Turismo. Llegaba el 19 de Junio. Un Ministro debía hablar en el acto por el nacimiento del Prócer en Sauce. El presidente Batlle designó al Ministro de Educación, de origen nacionalista. Este, pocos días antes, se enteró que debía viajar y solicitó ser subrogado. Desde presidencia le pidieron que propusiera a otro integrante del gabinete que lo suplante. El designado llamó al Ministro de Turismo, colorado, que aceptó y habló en nombre del Gobierno.Esa semana el columnista de un prestigioso semanario escribió: "la designación del Ministro de Turismo para hablar en el acto es un mensaje político por el que el Presidente señala a quien puede ser uno de sus sucesores, su delfín".El ministro me comentó, entre risas, "si supieran cómo fueron las cosas".A veces los políticos y analistas buscan segundas intenciones donde no las hay.Pasó con mi columna "¿Cherchez la Femme?" de hace dos domingos. En ella di mi opinión sobre la actuación de la ex Viceanciller y el actual Ministro de Relaciones Exteriores en el enojoso asunto del pasaporte de Marset.Entendí, y sigo creyendo, que la subsecretaria tuvo la dignidad de renunciar cuando su responsabilidad fue mucho menor que la del Canciller.Varias reacciones fueron parecidas a las del caso del ministro durante el gobierno de Batlle."Fuentes" de Presidencia hicieron saber que entendían que la columna, crítica con el Ministro, era un movimiento que anunciaba mi retorno a la actuación pública. Lo mismo sucedió con otras "fuentes" del Partido Colorado que concluían que se trataba de una jugada en contra del gobierno motivada en preparar un retorno a la actividad política.¿Tan difícil es entender que se puede opinar sin pensar en segundas intenciones o posicionamientos políticos?¿No podrá ser que, ante lo injusto de la asignación a la ex Subsecretaria de todas las cargas del caso Marset, opiné que existen responsabilidades mucho más graves de quién permanece en su cargo?¿Criticar a un Ministro es criticar a todo el gobierno?No.Sigo pensando que Mieres está haciendo una gran gestión, que Paganini -de bajo perfil- es excelente, que García brilla, que Heber baila con la más complicada con experiencia y dedicación, Salinas no debiera irse, Mattos comprende el agro como pocos y varios más son muy buenos.Solo uno miente en el Parlamento. Señalarlo no es criticar al gobierno. Enaltece los otros elogios.Creo.Algunos...

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