Opciones después de octubre

Si bien el consumo es el objetivo de todo proceso económico, el mismo requiere de una secuencia lógica para que sea sustentable en el tiempo. Esa secuencia consiste en tener reglas de juego previsibles y eficientes para atraer las inversiones. Las inversiones crean más puestos de trabajo e incrementos de productividad que elevan el salario real, y ese salario real más alto es el que permite sostener el consumo e incrementarlo.El kirchnerismo obvió toda la secuencia lógica y se lanzó a estimular artificialmente el consumo apelando a confiscaciones de flujos y stocks.Todos sabemos que el actual nivel de consumo es insostenible en el largo plazo y que el tiempo que dure la actual fiesta dependerá del precio de la soja, de las condiciones internacionales y de las cajas a las que pueda echar mano el gobierno. Al respecto, un dato preocupante es el fuerte deterioro patrimonial que está teniendo el Banco Central de la República Argentina (BCRA).A fines de 2010 hubo un enfrentamiento entre el entonces presidente del BCRA, Martín Redrado, con Cristina Fernández por el uso de las reservas del banco. La historia terminó con la renuncia de Martín Redrado y su reemplazo por Marcó del Pont que tiene un razonamiento bastante primitivo sobre el funcionamiento de la economía. Lo cierto es que en este año y medio, el BCRA, en vez de proteger el valor de peso, se dedicó a financiar el descalabro financiero del Tesoro afectando su patrimonio neto, dado que le está entregando reservas al Tesoro, que compra con emisión monetaria, para que este pague los vencimientos de deuda pública y el Tesoro le entrega letras intransferibles que vencen en 2016, 2020 y 2021 a cambio de sus reservas. En el balance del Banco Central de la primera semana de enero de 2010 figuran letras intransferibles del Tesoro por $ 36.243 millones. En el balance al 30 de junio último el Central tenía letras intransferibles del Tesoro por $ 105.753 millones. En el lapso de un año y medio el Central multiplicó por tres la tenencia de letras del Tesoro que, en los hechos, tienen un valor cercano a cero porque no pueden transferirse y porque, aunque fueran transferibles, difícilmente el mercado pagaría ese valor por letras de un Tesoro que tiene déficit fiscal.El balance del Central al 30 de junio muestra un patrimonio neto positivo de $ 41.615 millones. El problema es que si uno resta esos $ 105.753 millones de letras, el patrimonio neto pasa a ser negativo.Cuando una empresa tiene un patrimonio neto negativo...

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