El opio de los intelectuales

Los trágicos sucesos de estos días dejaron a un país preocupado que no entiende bien qué le está pasando. Faltan explicaciones. Entre quienes debieran de proponerlas hay mucha fe militante y poco espíritu crítico.Los centenares de líderes de opinión -artistas, comentadores, periodistas, profesores, intelectuales, investigadores, etc.- que integran la amplia hegemonía cultural de izquierda no responsabilizan al gobierno de prácticamente nada. Podrá haber algún matiz; o alguna tibia crítica. Pero sustancial, furibunda y aguerrida, como ocurría con las invectivas contra las políticas públicas de los años noventa, no hay nada.Tómese, por ejemplo, la reciente información sobre carencias críticas de nuestra niñez menor a 14 años. En 1996, la proporción de niños en esa situación era de 47,5%: para los intelectuales vernáculos, era "alarmante" y denunciaba una grave situación social. En 2011, los resultados muestran que esa proporción se mantuvo: 44,3% del total. Pues bien: nadie dijo nada. No hubo un solo líder de opinión vinculado a la academia que dijera algo siquiera similarmente crítico a lo que se dijo en 1996.Tómese, por ejemplo, la tremenda situación de inseguridad ciudadana. Nadie dice que el Ministerio del Interior ha recibido un presupuesto cada vez más importante: en 2012, 742 millones de dólares, que representaron un 1,5% del PIB y cerca de un 6% del presupuesto total. Nadie dice que, en ocho años, las demoras en la construcción de cárceles; la decrepitud de la política de educación en las zonas carenciadas; y el lento pero persistente socavamiento de la autoridad policial por parte de un discurso izquierdista que no enfrentó a la delincuencia como se debe, son los responsables directos de esta situación.En vez de reconocer lo evidente, la mayoría de quienes analizan la realidad señalan, siempre que pueden, que estos adolescentes de hoy se educaron en los contextos críticos de los "años del neoliberalismo salvaje" y que, por tanto, estamos pagando las consecuencias de esos procesos. Se trata, siempre, de quitar responsabilidad al gobierno de izquierda. Cuando las cosas van mal, son inevitables herencias del pasado -o, también, fruto de la irresponsabilidad de los medios de prensa "carroñeros" que muestran en...

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