El último adiós a Oribe Irigoyen

Se ufanaba de haber visto más de 20.000 películas y había que entender la dimensión que la afirmación tenía porque partía de alguien que desempeñó la mayor parte de su profesión de crítico de cine en tiempos en que no existían las plataformas multimedios que replican obras de cine por todos lados. El cine era una de las grandes pasiones de Oribe Irigoyen, que no reflejaba en su físico tranquilo aunque avisaba que se trataba de un observador agudo, jugado en sus análisis, que no disimulaba preferencias de género y cuyos criterios extendían lúcidamente las definiciones ideológicas que abrazaba. Otra de sus grandes pasiones fueron los libros y ahí sí le brillaban los ojos cuando se trataba de un policial o novela negra.Oribe, que falleció ayer en Montevideo, pudo escribir lo que realmente sentía porque era un intelectual respetado aunque no estuviera en la vitrina de la notoriedad. Lo hizo en El Popular, en La Hora y en la...