Nuestro país está preparado para el impacto de la crisis en el año 2012

El segundo semestre del año fue testigo de una crisis que se venía anunciando. La situación de los países europeos era insostenible y sobre el final del tercer trimestre se empezó a ver algo inevitable, el contagio hacia el resto del mundo. Todas las perspectivas de crecimiento para 2012 fueron corregidas a la baja varias veces en lo que va del semestre y pensamos que se seguirán corrigiendo porque, lamentablemente, la crisis no ha tocado fondo aún.En el momento actual y pensando en el próximo año y medio, se percibe que Uruguay y la región no podrán escapar a la desaceleración del nivel de actividad global, pero en el contexto internacional forman parte del club de los menos afectados. Resulta llamativa la velocidad con la que los problemas de Europa alcanzaron a la economía brasileña y preocupa la extrema debilidad de la economía argentina. Por lo tanto, la región recibirá algún impacto de la crisis y no operará como un amortiguador de la misma para nuestro país. Esto implica crecer más lento y un impulso a la suba del tipo de cambio real.En este contexto, el principal motivo de preocupación es que, si bien estamos listos para pasar el año 2012 sin grandes problemas, la tentación de hacerlo por el camino más fácil es muy grande. Este camino implica tratar de sostener artificialmente el nivel de actividad y no comenzar a corregir los desequilibrios que pueden costar muy caros en el mediano plazo. Si el déficit del sector público comienza a crecer y el sector privado no recibe una señal clara de que tiene que dejar de consumir en exceso, se profundizará un desequilibrio externo que se tendrá que pagar entre 2013 y 2014.ACTIVIDAD. En los dos últimos años la economía uruguaya creció a una tasa acumulada del 7,4% anual. Este dinamismo es inusual para nuestro país y vale la pena detenerse en sus particularidades. Se basó en un crecimiento del consumo interno, que fue posible gracias al aumento del ingreso de los hogares que se sustentó, a su vez, en el mayor empleo y en la evolución ascendente del salario real y de las pasividades. El contexto extraordinario para los términos de referencia fue el fundamento de esta evolución que se sumó a las muy bajas tasas de interés internacionales y la disponibilidad de financiamiento. El país se enriqueció de un año para el otro simplemente porque mejoraron mucho los precios de lo que vende y poco los de lo que compra.La nueva realidad internacional está modificando el contexto en el que se venía desenvolviendo la economía, afectando algunos de los factores que la favorecieron. Por lo pronto, ante la desaceleración del PIB mundial, cabe esperar un enlentecimiento en la demanda internacional y una reducción en los precios de los principales rubros de exportación. Es de esperar un nivel inferior al del primer semestre de 2011 pero tan elevado como el observado en 2010.Este deterioro en los precios de exportación impactará en la rentabilidad de los sectores transables de la economía. En primer lugar en el agro, sector que por otra parte ya venía creciendo a un ritmo inferior al del PIB, con algunas dificultades de oferta, fundamentalmente en el sector ganadero.La industria manufacturera es otro sector que mostrará un crecimiento moderado el próximo año, debido al enlentecimiento en la demanda, tanto interna como externa, y al deterioro en la competitividad.La construcción es un sector...

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