'La pasé mal y ahora trabajo encerrado'

A tres meses del crimen del empleado de La Pasiva y 48 horas después del fallo que sentenció a cuatro años de reclusión a dos menores homicidas, el encargado de la pizzería dijo que, por temor, trabaja a puertas cerradas de noche."Me morí de miedo cuando supe que los rapiñeros habían venido a matarme. Por ahora desconfío de cualquier adolescente que llega a la pizzería y lo dejo entrar según cómo viene vestido", dijo a El País el encargado de La Pasiva de 8 de Octubre y Albo.A las 0.59 horas del 12 de mayo pasado, dos menores ingresaron a ese local con la intención de rapiñarlo. Habían sido instigados por una exempleada de la pizzería a disparar contra el encargado apenas ingresaran y luego dirigirse hacia la caja que estaba oculta en otra habitación. La exempleada había renunciado tras discutir con el encargado por un pedido, según declaró ante la Justicia Penal de Adultos.El atraco cambió los hábitos de la pizzería. "Llega cierta hora de la noche y trabajo a puertas cerradas por lo ocurrido. Si es un adolescente le abro dependiendo cómo este vestido. Capaz que es más bueno que yo. Pero, por ahora, desconfío de cualquier adolescente", dijo Fabián, el encargado de La Pasiva.El jueves 2, el juez Allen Denby resolvió la internación en el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) de los dos menores responsables de la muerte de Gastón Hernández, el empleado de La Pasiva, uno como autor y el otro como coautor de un homicidio especialmente agravado."Me comentaron algo sobre los dos menores. Hoy (por ayer) prendí el informativo para saber qué había pasado con ellos", dijo Fabián a El País.Y narró la pesadilla que vivió desde el atraco ocurrido el 12 de mayo que cegó la vida de su compañero de trabajo, Gastón Hernández (34) y padre de cinco niños."Obvio que me asusté cuando me enteré que habían venido a matarme. Me agarré un bajón tremendo. No me cabía en la cabeza que...