De pastillas y pastillantes

Pluna: el presidente José Mujica quiere zafar del engrudo diciendo que no pudo menos que "comerse la pastilla" por venir de un profesor de Derecho Comercial, Grado 5.> > No me toca juzgar públicamente al colega en cuestión por su actuación en parte del calote, pero tampoco me gusta que me tomen por tonto. Porque en este lastimoso culebrón hubo bastante más de una pastilla, antes y después de la que el presidente quiere hacernos comer, usando al Dr. Ricardo Olivera García como causa exculpatoria.> > Pastilla 1. Que es normal conceder o vender una empresa y al mismo tiempo salirle de garantía al comprador por sus deudas de inversión.> Pastilla 2. Que es normal desprenderse de un empresario, a quien se considera culpable de fundir una empresa vinculada al estado, asegurándole indemnidad jurídica.> > Pastilla 3. Que los integrantes de los sucesivos directorios de Pluna ente autónomo no tenían ni idea de ninguno de los actos por los cuales la justicia penal procesó a quienes manejaban la sociedad. O que, sabiéndolo, no informaron jamás al gobierno.> > Pastilla 4. Que la decisión de apagarle la luz a Pluna, de un día para el otro, fue porque no había otro camino, vista la inminencia de decenas de juicios laborales en su contra, a manos de ex funcionarios de Varig, antigua socia de Pluna. > > Así lo explicó y justificó el propio Presidente de la República, sin reparar en que, de ser cierta su explicación, configuraba una confesión pública de que el gobierno armaba una quiebra fraudulenta, aprobada por el primer mandatario.> > Pero los juicios nunca aparecieron y en su lugar sucedieron otras cosas, que llevan a pensar más acerca de la "pastilla fraudulenta".> > Pastilla 5. Modificar ex post la ley de quiebras puede haber sido un invento, harto infeliz, del profesional de marras, pero siempre como medio para alcanzar un fin que le puso el gobierno: cómo hacer para que se pudiera seguir volando sin la mochila de Pluna, que incluía, notoriamente, la ineficiencia, fruto cuantitativo y cualitativo, de su personal. De ahí la "genialidad" de vaciar la masa y sacar los aviones a remate, "libres" de personal. Llamemos a este fárrago "la pastilla de la conectividad". Pero a nadie en su sano juicio se le puede ocurrir que sea más fácil vender una empresa parada y por partes que una en funcionamiento.> > Salvo que algún...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR