Pensar en grande

No creo que se trate de un sueño para dentro de 100 años, sino un objetivo ambicioso pero posible en pocas décadas.Este "optimismo" se basa en el potencial que le vemos al país, pero también en todo lo bueno que Uruguay ya ha hecho. Desde la recuperación de la democracia hemos consolidado una democracia ejemplar y hemos construido una economía mucho más rica, abierta y estable; y con menos pobreza.> > Este rumbo no era inexorable, fueron gobiernos tomando decisiones nada obvias ni unánimes. La unanimidad vino después, cuando, a diferencia de lo que pasó en otros países, cambiaron los gobiernos y algunas políticas se hicieron consenso.> > Hoy tenemos por delante una agenda muy desafiante. A medida que uno avanza lo que resta es menos obvio y más sofisticado. Tenemos una institucionalidad política que nos pone a la vanguardia en diversos índices de democracia, de estado de derecho o de separación de poderes. Pero también tenemos una institucionalidad económica y social de mitad de tabla.> > A riesgo de simplificar nombraré los dos grandes desafíos en los que, a nuestro juicio, Uruguay tiene que enfocarse sin demoras: mejorar la competitividad de su economía y reducir la fragmentación social.> > Lo primero puede parecer un poco economicista, pero pocas cosas son más importantes para el bienestar de la sociedad. No vamos a crecer significativa y sostenidamente si no somos más competitivos. Se puede ser competitivo de dos formas distintas, una que Uruguay conoce y que no quiere volver a recorrer que es siendo baratos: depreciando nuestra moneda, nuestros salarios, el valor de nuestras tierras y activos. Ese...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR