'Soy mi peor enemiga, lo sé y lo admito'

Tras completar su rehabilitación y con la cabeza puesta de nuevo en el trabajo, Lohan fue entrevistada por la célebre presentadora de TV Oprah Winfrey y habló de todo: sus problemas emocionales, las drogas, su carrera en el cine y lo que vendrá.Mucho tiempo fue el que pasó la actriz Lindsay Lohan metida en asuntos que poco tenían que ver con su carrera artística. Después de convertirse en ídolo teen a principios de la década pasada con películas como Confesiones de una típica adolescente y Chicas pesadas, la actriz de 27 años, empezó en 2007 una derrapada de seis años. Su esperada entrevista con la célebre presentadora de televisión estadounidense del pasado fin de semana fue quizá un revelador y esperado punto final a los excesos. "¿Sos una adicta?", preguntó Winfrey marcando el tono confesional de la conversación. "Sí, lo soy", respondió la actriz. "A pesar de sentirme feliz con mis adicciones y todo el caos que me rodeaba, internamente necesitaba ir a la cárcel. Inconscientemente parecía estar deseando ingresar en prisión y así encontrar algo de paz para tener algo de tiempo para pensar".Los problemas se remontan a 2005, cuando ella, todavía adolescente, acudía a Alcohólicos Anónimos y vivía también los problemas legales de su padre. "No culpo a nadie de mis errores. Es lo que hice y no estoy orgullosa de ello. Nadie es perfecto, amo a mi familia. No creo que nada de lo que hayan hecho fuera intencionadamente, solo son padres", afirmó con respecto a la relación con sus progenitores.Excesos.El catálogo de problemas de Lohan durante los últimos seis años incluye: cargos por robo de joyas en una tienda, arrestos por conducir ebria y por posesión de cocaína, cientos de horas de trabajo comunitario, un par de incumplimientos de la libertad condicional, varios ingresos a rehabilitación por drogas y alcohol, y más de veinte comparecencias ante jueces por diversas causas. "Me sentía confortable en el caos. Lo que para otras personas era caótico, para mí- era normal"."En el pasado, el alcohol fue la puerta de entrada a otras cosas. Nunca abusé, pero probé cocaína con alcohol. En realidad no lo hice más de 10 o 15 veces. Por supuesto que...