Las peores vecinas

SEBASTIÁN CABRERAAquel día Atilio Narancio llegó más temprano que siempre a la oficina. Abrió la puerta de la empresa a eso de las ocho de la mañana y atendió el teléfono que ya sonaba a esa hora. Del otro lado escuchó un grito desesperado de una mujer. "¡Socorro, socorro! ¡Tengo una rata!", repetía una señora que vivía en el tercer piso de un edificio de Pocitos. Y relataba con horror que había salido una rata desde adentro del water. Y que después el mismo roedor se había vuelto a meter en su inodoro.Narancio es el dueño de la empresa y generalmente no atiende las llamadas de los clientes, pero ese día se sintió obligado a hacer de improvisado psicólogo. "Señora, escúcheme" -intentó calmar a la mujer- "no se preocupe porque la rata ya no está más. Se fue, se fue, ¿sabe?". Luego se comunicó con los operarios que estaban en la calle para que se dirigieran rápido al apartamento."Cuando nosotros llegamos, la rata ya debía estar en Avenida Brasil y Soca", se ríe hoy el empresario. Y cuenta que el roedor que aterrorizó a su cliente era una rata noruega, una de las dos especies que hay en Uruguay y que se caracteriza por ser buena nadadora y por moverse por las cañerías. La historia que cuenta Narancio, un ingeniero que se dedica al combate de las plagas desde 1975 y dirige la firma Ambiental Ecológica, se dio hace unos años pero está lejos de ser una rareza. Todos los expertos en fumigaciones consultados por Qué Pasa cuentan relatos parecidos."Los roedores pueden salir por un water, una letrina o una cañería cualquiera. Es común, pasa" -dice Fernando López, director técnico de la firma Fumimax- "y por eso lo primero que hay que hacer es una buena inspección de la red sanitaria para ver si la conexión de la casa con el colector municipal tiene su sifón y si este funciona correctamente". Si eso no sucede, los roedores pueden entrar por la cañería a cualquier edificio.Y Horacio Rivera, un técnico de la firma Integral House, dice que ha habido episodios de personas que estaban sentadas en el inodoro, sintieron un ruido y encontraron una rata intentando salir. "¡Imagine la sensación que se puede experimentar!", dice el experto.En Montevideo hay cinco a siete roedores por persona (es decir, entre seis y nueve millones), pero esa es apenas una estimación que se usa a nivel internacional porque la Intendencia de Montevideo (IMM) no tiene personal ni recursos como para hacer un censo o relevamiento en toda la ciudad. "Si la intendencia llega a tener diez trampas...

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