Las piedras de Auschwitz

Diego Sonnenschein, Tesorero del Congreso Judío Latinoamericano@| La piedra es el principal elemento de recordación en la tradición judía. No es bella como las flores, no ilumina como las velas. Es áspera y fría, pero firme y duradera. Así también es la memoria.Auschwitz está lleno de piedras. Grandes y pequeñas, recubren las vías abandonadas del tren que conducía a los prisioneros a su muerte, están desperdigadas en el terreno donde hace tan solo algunas décadas se erigían edificaciones tenebrosas, las cámaras de gas. Así es Auschwitz-Birkenau hoy, un cementerio de barracas y piedras.Hacia el final de la guerra, con el avance de las tropas aliadas, los nazis destruyeron casi la totalidad de la máquina del horror que habían construido para aniquilar a un pueblo entero, y dejando cenizas, escombros y edificios vacíos huyeron junto a los pocos prisioneros que aún quedaban con vida en las denominadas "marchas de la muerte".El 27 de enero de 1945 los aliados llegaron por fin a aquel escenario desolador, donde se había orquestado una de las peores tragedias de la historia de la humanidad. Pero era demasiado tarde, ya solo quedaban el silencio de las piedras y unos pocos sobrevivientes, los "muertos vivos".Las piedras estaban entonces, y siguen estando hoy, testigos del horror pero también del recuerdo. Están ahí para no olvidar, para dar testimonio de lo que ocurrió, millones de piedras por las millones de almas sin vida. Pero también están ahí para dejarnos una enseñanza a las nuevas generaciones, para impulsarnos a seguir adelante cargando la responsabilidad de aprender del pasado para proteger el futuro.Desde hace ya algunos años el Congreso Judío...

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