El placer de andar con la casa a cuestas

No gustan de hoteles ni de casas en la playa. Disfrutan moverse con "libertad" y "parar" bajo un árbol. Literalmente, andan con sus casas a cuestas. En ellas, aseguran, se pasa "muy cómodo". Los Motor Home de Punta también tienen glamour."Tenía casa en la playa, pero no la usaba casi y me pasaba haciéndole mantenimiento. Tengo hijos y ninguno iba tampoco. No se aprovechaba. Por eso decidí venderla y con ese dinero compré esta casita", dice Wolnei, un jubilado brasileño de 63 años, sentado en su reposera, bajo un árbol del camping San Rafael, en La Barra.Esa casita de la que habla, y que está a un metro de su reposera, es un Motor Home, de 9 metros de largo, que compró por US$ 200.000 poco tiempo después de jubilarse y en el que, aseguran, sobra comodidad. "Todo lo que tú precises lo tienes aquí", agrega Zaira, la señora de Wolnei, al tiempo que abre una compuerta de uno de los laterales del ómnibus y aparece un generoso lavarropas.Wolnei y su señora salieron desde su casa de Río Grande Do Sul el 28 de diciembre y se subieron a su otra casa, la rodante, para recibir el año en Punta del Este. Todavía no lo tienen claro, pero la idea es "estar unos días más" por el balneario uruguayo y después seguir ruta, rumbo a Porto Belo (quizás), donde estiman podrían pasarse "otros 20 días"."No planificamos mucho, lo vamos viendo en la marcha. Elegimos el destino y vamos… y el que quiere nos acompaña. Me gusta andar así. Eso es lo más lindo de tener un aparato como este. Es una sensación de libertad. Ir a un hotel y pasarse allí no tiene nada de gracia. Acá estamos en contacto con la naturaleza y con gente", contesta el veterano en pose relajada.Su casa rodante, que compró hace dos años cero kilómetro, ya tiene más de 30.000 kilómetros encima. Porto Seguro, Bahía, Florianópolis, además de Uruguay y Argentina como destinos, forman parte de las rutas improvisadas que han ido recorriendo, y en repetidas oportunidades.Sin embargo, hay ciertas reglas auto impuestas a la hora de manejarse con un vehículo de estas características. "En la noche, o mejor dicho antes de que anochezca, paramos, buscamos un puesto de gasolina y paramos hasta el otro día", dice tajante y con rostro serio la mujer de Wolnei, mientras este sonríe.Cada vez que llegan a destino (en todos los casos se trata de campings o zonas habilitadas para estacionar) no mueven el Motor Home de allí hasta que se van. Para eso traen motos en las amplias valijas del vehículo o, en su defecto, alquilan vehículos para...

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