'El Plan se va a tener que ir sin poder terminar'

"Más de lo que hizo Juan por el barrio no hizo nadie", dijo Martín, un habitante del 1° de Mayo. Juan Pereyra y su señora, Alicia, fueron el alma máter del Plan Juntos en el barrio, cuando llegó a mediados de 2010. Todos los materiales estaban en el frente de su casa y los vecinos empezaban a llegar a las 7 de la mañana y se terminaban de ir a las 11 de la noche. Alicia llevaba las cuentas de las horas de trabajo de cada vecino.Pero esta semana se cumplió un año de que Juan abandonó el barrio. Cuando tuvo la oportunidad, vendió su casa y se fue a Paso Carrasco, a una vivienda más chica y en peor estado. "No me calienta la cabeza. Empezamos de vuelta y no hay ningún problema. La tranquilidad que hay acá es impagable", dijo Juan a El País. "Gracias a Dios pudimos vender y salir de ahí. Aquello es una olla de grillos", agregó.En el 1° de Mayo empezaron a correr rumores de que Juan había robado materiales. Si los robó, no los usó en su nueva vivienda de Paso Carrasco, precaria y de techo de lata. "Los vecinos tenían rabia contra nosotros porque nunca permitimos que nos robaran una bolsa de pórtland", dijo Juan."Venía un grupo de 15 o 20 a la puerta de casa...