El próximo plebiscito

Vamos a votar la reforma constitucional que lleva la imputabilidad de 18 a 16 años. No participamos de la iniciativa cuando se lanzó allá por 2011 porque queríamos concretar, antes y mediante la ley, reformas legales para enfrentar la inseguridad. En aquel 2011 faltaban 4 años para la fecha del plebiscito. De esas iniciativas destaco la duplicación de las penas máximas para los delitos más graves cometidos por menores, llevándolas de 5 a 10 años. Hoy el promedio de reclusión ante esos delitos no supera el año. Pero además la privación de libertad se da en condiciones que hace irreal cualquier tipo de rehabilitación, que es la contracara indispensable para lograr la inclusión social de aquellos que delinquen. Son pocos, pero sus actos son muy graves.Desde el Frente Amplio se cerró cualquier posibilidad de recorrer el camino legal. Es más, solo una tímida ley que faculta al juez a mantener los antecedentes de delitos cometidos por menores durante un breve lapso es lo que se logró. Muy poco y además hasta hoy prácticamente nula su aplicación. Un sector oficialista anunció que respaldaría la duplicación de penas, que se acercaba bastante a la rebaja de la imputabilidad, pero fue rápidamente sofocado por el resto.Negarse a discutir el tema con el solo argumento que afirma que quienes tienen más de 16 años no son conscientes de sus actos es políticamente infantil. La información y la maduración a los 16 o 17 años hoy es totalmente diferente a la de aquellos con esa edad allá por la década del 30 del siglo pasado cuando se aprobó el código vigente. La preparación y la gravedad de muchos delitos permite sostener que hay meditación antes de cometerlos. Tratar como niños a personas de esa edad hoy no se sostiene. Por esa misma consciencia que...