Populismo, orgía monetaria y dólar

ROBERTO CACHANOSKY | DESDE BUENOS AIRESEl famoso "vamos por todo" del cristinismo no se limita a tratar de conseguir una modificación de la Constitución Nacional para lograr la re reelección de Cristina Fernández, sino que también implica modificar los derechos y garantías hoy vigentes para establecer un régimen de poder absoluto, con los derechos de propiedad subordinados al poder político y limitar el balanceo de poderes, para que el Ejecutivo no pueda ser controlado ni por el Congreso ni por el Poder Judicial.Luego de las elecciones de 2011, CFK se quitó la careta y se lanzó abiertamente a atacar a cuanto oponente se le pusiera delante. Los enfrentamientos que viene teniendo con la Justicia, en particular con la Corte Suprema de Justicia, muestran hasta qué punto está dispuesta a llegar Cristina Fernández en su intento del vamos por todo.La foto actual de las encuestas muestra que más de un 70% de los encuestados está en contra de la re reelección de CFK y, por otro lado, la imagen negativa de CFK ha pasado a ser más alta que la positiva.Hoy, la presidenta está enfrentada con el sindicalismo, la justicia, los medios de comunicación independientes y la clase media. Además se ha rodeado en su gobierno de jóvenes provenientes de La Cámpora, con una gran inexperiencia en la administración pública e incapacidad para resolver los problemas, particularmente los económicos.Si a este grupo -La Cámpora- le sumamos la incapacidad de Cristina Fernández para administrar el país, sobre todo en momentos de escasez económica, el escenario político y económico no luce muy alentador hacia el futuro.En definitiva, en este año no solo se ponen en juego una determinada cantidad de bancas de diputados y senadores, sino que se pone en juego el estilo de vida de los argentinos. Eso es lo que se va a elegir en octubre. Si CFK consigue obtener los dos tercios de los miembros del Congreso para reformar la Constitución, entonces Argentina profundizará su camino hacia la autocracia. Si no logra esos dos tercios, podemos entrar en un período de ingobernabilidad dado que CFK pasaría a ser el famoso pato rengo, con fecha de vencimiento en 2015.Teniendo presente el objetivo político del gobierno del poder absoluto y de la necesidad de ganar las próximas elecciones, la política económica estará totalmente subordinada a ese objetivo y, por lo tanto, cabe esperar una mayor distorsión de las variables económicas y nuevos avances sobre los derechos de propiedad.DESBORDES. Diciembre 2012...

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