Prioridades versus tiempo

Los líderes tendrán mayores posibilidades de recuperar el control de su agenda si ponen el foco en lo prioritario y reconsideran su manera de usar el tiempo.Ya no es noticia que los puestos superiores son más complejos y desafiantes que nunca, y que los máximos ejecutivos enfrentan presiones extraordinarias y crecientes, desde dentro y fuera de la organización.La globalización ha creado cadenas de abastecimiento complejas que se interrumpen fácilmente a medida que trasponen fronteras inestables y dependen de proveedores de culturas diferentes que están del otro lado del mundo. Para alcanzar las prometidas reducciones de costos, la empresa debe asegurarse de que los empleados de todos los niveles tengan un buen desempeño. Las reglamentaciones gubernamentales cambian constantemente, y las de algunos países suelen ser tan opacas como contradictorias. Y crece, también, la cantidad de entes reguladores e inversores institucionales que exigen que los máximos ejecutivos respondan personalmente por los actos y medidas de sus compañías.A nivel interno, la tecnología facilitó la comunicación entre el líder y sus empleados, pero la necesidad de transparencia puso en peligro la confidencialidad y dejó las decisiones y los procesos abiertos a preguntas y desafíos en todos los niveles de la organización. Y, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, hoy se espera que el presidente ejecutivo sea tan hábil en la gestión de la cultura organizacional como en el manejo de la cuenta de resultados.En términos operativos, las cosas no son más sencillas. Los directorios exigen a los equipos ejecutivos altos retornos de la inversión y, al mismo tiempo, un crecimiento de los ingresos, bajos costos y programas de innovación eficaces, además de formar a la próxima generación de líderes.En síntesis, la presión que padecen quienes ocupan los máximos cargos es intensa e implacable. Son líderes de una época impaciente, y con poco o ningún margen para el error. Cumplir con las metas de un plan operativo anual les exige compensar constantemente las cambiantes exigencias de asuntos que están bajo y fuera de su control. Como si todo ello no fuera suficiente, también deben implementar esfuerzos de cambio en la compañía, con el fin de garantizar que esté preparada para satisfacer las exigencias del futuro.Ahora bien, ninguna estrategia podrá sumar horas a la semana laboral o capacidad para trabajar las 24 horas del día los siete días de la semana, y nadie puede delegar la mitad de sus...