Problemas en la industria brasileña

PAULO LEVY | DESDE RÍO DE JANEIROLas proyecciones de crecimiento para la economía brasileña en 2012 están siendo sistemáticamente revisadas a la baja. A comienzos del año, el sondeo semanal de expectativas realizado por el Banco Central junto con instituciones financieras y consultoras indicaba un crecimiento esperado de 3,3%. El último sondeo revela una expectativa de crecimiento de apenas 1,85% para este año (1).Ese deterioro de las expectativas refleja, en parte, la evolución del contexto externo. De hecho, la economía internacional volvió a presentar una elevada volatilidad en el segundo trimestre de 2012. Luego de un breve período de alivio como resultado de la reestructura de la deuda de Grecia y la inyección de liquidez en el sistema bancario por el Banco Central Europeo, los mercados financieros volvieron a registrar una fuerte inestabilidad a partir de marzo, en un proceso cuyo final todavía es incierto. La consecuencia de esa inestabilidad ha sido el estancamiento de la actividad económica en los países desarrollados y su derrame desacelerando el crecimiento de las economías emergentes. La economía norteamericana registró una pérdida de dinamismo en el segundo trimestre del año, revirtiendo las señales positivas del trimestre anterior: el PIB creció 1,5%, frente al 1,9% del primero. La generación de empleos perdió fuerza y el consumo volvió a mostrar señales de debilidad a medida que las familias intentan reducir sus niveles de endeudamiento. Para el futuro, la perspectiva de un nuevo impasse en torno de la política fiscal puede incidir contrayendo la demanda agregada, deprimiendo aún más la actividad económica.Entre los emergentes, China, en particular, registró una reducción del ritmo de crecimiento debido a la desaceleración de sus exportaciones y al agotamiento de la expansión de las inversiones, especialmente en infraestructura urbana y en el sector inmobiliario. La redefinición del padrón de crecimiento de la economía china, con mayor énfasis en el consumo de las familias, deberá redundar en una reducción del crecimiento entorno al 7%-8% anual, luego de una media de 10,2% entre 2000 y 2011.Las incertidumbres externas han repercutido internamente en una reducción de las exportaciones y de la inversión, lo que contribuyó a mantener un bajo ritmo de crecimiento de la economía en su conjunto y del sector industrial en particular. Pero no son solo los factores externos los responsables del bajo crecimiento de Brasil. El empeoramiento de las...

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