Productividad laboral en Uruguay es alta en la región y tiene desafíos

Elevar la productividad es un reto diario para las empresas que buscan sostener sus niveles de crecimiento este año. Uruguay es uno de los países con niveles más elevados en la región, pero aún le queda mucho para alcanzar a países desarrollados.

La principal razón por la que el gobierno recortó su proyección de crecimiento de la economía uruguaya para este año de 4% a 3% es que el país está en "condiciones cercanas a la de la plena utilización de la capacidad productiva", según expresó días atrás a El País el ministro de Economía, Mario Bergara.

Esto plantea desafíos para las empresas, que trabajan para mejorar el rendimiento de sus factores de producción, entre ellos, sus trabajadores. Aunque no hay una receta mágica, en las consultoras de recursos humanos señalaron a El País cuáles son los elementos para avanzar en ese camino (ver aparte).

Uruguay es uno de los países de América Latina con mayor productividad laboral, según datos de la consultora Euromonitor International a los que accedió El País. Ocupa el tercer puesto, detrás de Chile y Venezuela, si se tiene en cuenta el Producto Interno Bruto (PIB) por persona empleada. En esos tres países, el monto era superior a unos US$ 25.000 el año pasado.

En un segundo escalón se situaron Argentina y México, con valores de entre US$ 20.000 y US$ 24.999, y en el tercero le siguieron Brasil, Costa Rica, Colombia y Ecuador (aún iguales o superiores a US$ 15.000).

República Dominicana, Perú y Guatemala tenían registros aún menores.

De todos modos, Uruguay ocupa el podio en una región con registros que distan mucho de los observados en países desarrollados, donde el PIB por empleado promedió unos US$ 78.000 en 2013, según Euromonitor.

"En un contexto de desaceleración e incremento de los costos laborales a un ritmo que supera en muchos casos a la evolución de los niveles de rentabilidad, este tema (la productividad) se ha vuelto de especial atención para las empresas" dijo a El País el gerente de servicios profesionales de la consultora Manpower, Neker de la Llana.

"Desde 2013, particularmente, hemos notado efectos concretos y preocupación por este asunto. Hemos empezado a ver reestructuras que tienen esta motivación justamente", aseguró De la Llana.

Para detectar baja productividad en una empresa, la erosión de la rentabilidad y sustentabilidad de mediano y largo plazo son señales de "alarma clara" al igual que el estancamiento en materia de innovación y mejora de procesos, indicó el experto...

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