Punta del Este importa crisis porteña

La Argentina exportadora no se termina en la soja, lo cual no significa necesariamente una buena noticia. La disparada del dólar blue de fines de abril y comienzos de mayo -luego contenida por una fuerte ofensiva del Gobierno sobre las casas de cambio se hizo haciendo sentir en el mercado inmobiliario uruguayo.Del otro lado del Río de la Plata no dudan en hablar de una crisis importada desde Buenos Aires.La plaza más afectada es por lejos Punta del Este, que en los últimos años había vivido un boom inmobiliario impulsado por los inversores argentinos que ahora prácticamente desaparecieron del mercado comprador.Las consecuencias casi inevitables fueron la paralización de muchos proyectos que ya estaban iniciados y la postergación de otros que habían sido anunciados durante el último verano, pero en los que las obras nunca comenzaron.Los desarrolladores inmobiliarios son reacios a opinar en voz alta sobre la crisis que enfrenta su negocio en Uruguay, con la excusa de que nadie quiere dar a conocer malas noticias. Sin embargo, off the record reconocen la dimensión del problema."El mayor problema que hoy enfrenta el mercado inmobiliario uruguayo son los precios. Un proyecto de lujo que se ofrece a 6.000 o 7.000 dólares por metro cuadrado para un cliente argentino hoy significa más de 60.000 por apenas un metro cuadrado", explicaron en una desarrolladora inmobiliaria que decidió suspender el proyecto que había lanzado en Punta del Este y focalizar todos sus esfuerzos en el mercado porteño, donde avanzan con proyectos completamente pesificados."Hoy hay más de 70 torres en construcción en Punta del Este, pero la mayoría tiene la obras en stand by o avanzando a un ritmo muy lento porque no se vende nada", explicaron en otra desarrolladora argentina que cuenta con proyectos en las dos orillas.El abrupto freno de la demanda además ya se tradujo en algunos movimientos a nivel de accionistas y en el mercado se asegura que cinco proyectos ya cambiaron de manos, en una operatoria conocida en el sector como "vender la losa".Otro dato preocupante llega desde el campo sindical. En las últimas semanas se conocieron las noticias de despidos de obreros que trabajaban en la construcción de los edificios Reserva Marina -a cargo de la empresa Draco- en la zona de Punta Ballena y 36Park -de la firma Mowley- en la parada 36 de Pinares."Muchos desarrolladores suspendieron la preventa porque no llegaron a la meta que se habían autoimpuesto del porcentaje de unidades comercializadas...

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