Refugios premium en el Este uruguayo

Las principales inmobiliarias del Este son fieles testigos del interés en adquirir chacras cercanas al mar por inversores y por quienes solo buscan un rincón de descanso.Sergio Bobadilla, director de Ventas y Alquileres de la sucursal José Ignacio de Terramar Christie`s Great Estates, atestigua una mayor demanda de estas propiedades, sobre todo, por extranjeros con un buen pasar. El boom de las chacras marítimas está vinculado al desembarco de un público nuevo, principalmente europeo, en Punta del Este, La Barra y José Ignacio. "En estos destinos se ofrecen chacras ubicadas a pocos minutos del mar", señala.El bróker afirma que estos turistas se sorprenden al encontrar predios de tanta superficie en la franja costera con árboles autóctonos que superan el centenar de años, fauna local y vista al mar o a las lagunas litorales. En definitiva, tienen un contacto real con la naturaleza: "esa mezcla campo-mar es lo que buscan", puntualiza. No obstante, aclara que el público pionero en la adquisición de estos predios fue el argentino de alto nivel adquisitivo, que desde hace años encuentra su refugio en nuestras costas.DISTINCIÓN. En las chacras marítimas se edifican mansiones que ofrecen todos los servicios. Aun siendo viviendas de verano o segunda residencia tienen las mismas comodidades que las del hogar de permanencia. Allí sus habitantes experimentan otro estilo de vida que invita a descubrir los diferentes rincones que tiene una propiedad rural relativamente pequeña. "Mientras los niños pueden estar jugando al fútbol, el padre lee un libro a la sombra de un coronilla y la madre recolecta verduras en la huerta: todo en un mismo lugar; la chacra es el ideal de vida, muy sana y disfrutable", asevera Bobadilla.Estas residencias son lugares de descanso, aunque ha empezado a aparecer tímidamente otro tipo de chacras marítimas destinadas al cultivo de viñedos, olivares o arándanos, por ejemplo. "No se trata de sacarle rédito económico, sino una excusa para aprovechar el espacio y obtener productos exclusivos", aclara el representante de Terramar. De todos modos -prosigue- hay casos en los que el excedente de una producción intensiva sí puede tener un retorno económico, "pero pasa más por tener viñedos y producir su propio vino, o fabricar su propio aceite de oliva para sorprender a sus invitados".La extensión de estas chacras es en su mayoría de cinco hectáreas. Se ubican a menos de diez minutos por auto de la playa y, a medida que uno se va alejando del mar...

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