La relatividad del éxito

Una propuesta de Richard Shell, profesor de Wharton, en la que el razonamiento juega un papel central, al servicio de la búsqueda de un objetivo relevante.Su experiencia comoprofesor en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania -donde enseña a tres «públicos» muy diferenciados: estudiantes que se forman como profesionales, graduados que cursan un MBA y altos ejecutivos que participan de programas avanzados de management- indujo a G. Richard Shell a promover una visión atípica del éxito, más conectada con los intereses personales y familiares de cada individuo que con la fortuna y el reconocimiento social.En su reciente libro Springboard: Launching Your Personal Search for Success, Shell se enfoca en los individuos que experimentan alguna «gran transición» (el salto de la universidad al primer empleo, el cambio de carrera, el divorcio, la muerte de un ser querido, el paso del trabajo activo al retiro) y se ven forzados a replantear sus metas y a preguntarse qué deberían hacer a partir de ahora con sus vidas. Pensando en tales situaciones, sugiere a los lectores que definan el éxito por sí mismos y se fijen sus propias metas, las que no necesariamente deben pasar por la búsqueda de notoriedad y de riqueza.Shell les indica un camino basado en el autoconocimiento y la revaloración del significado que puede tener, para cada uno de ellos, la elección de una determinada tarea o actividad.En el libro advierte sobre la influencia que ejerce la cultura de celebrities que nos rodea, al generarnos expectativas que poco tienen que ver con nuestras capacidades y esferas de interés.El hecho de no ser suficientemente ricos y «exitosos» origina en las personas un sentimiento de insatisfacción. Por eso propone adoptar una nueva perspectiva. Por ejemplo, tratar de reemplazar las metas automáticas por nuevos objetivos: en vez de soñar con la fama, pensar en ganarse el respeto de amigos y conocidos, antes que el de una multitud de desconocidos. Y en cuanto al dinero, destinarlo a garantizar la seguridad financiera del núcleo familiar, en lugar de contabilizarlo en un tablero donde el estatus sube al ritmo de los ingresos.También vale la pena perseguir la felicidad. Al reflexionar sobre esta cuestión, Shell señala que puede expresarse como:1) Una emoción momentánea, una buena sensación que experimentamos.2) Una evaluación positiva, tras pasar revista a un período de tiempo y considerar que nuestros esfuerzos se han visto recompensados por algún tipo de logro.3) Una...

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