Ante un resultado que no mejora

Sucesivos ajustes con elevaciones significativas de impuestos y de cuasi tributos y el propio crecimiento de la economía, no han resultado suficientes para generar los recursos para cubrir enteramente los aumentos en las erogaciones del sector público por encima de la inflación. El desequilibrio negativo no disminuye y se mantiene alto, en algo más del 3,5% del PIB.

Ante esta realidad y con un primer trimestre que no se tradujo en el resultado esperado, la situación económica en lo que resta de 2018 no apunta a ser lo suficientemente expansiva como para llevar al déficit fiscal al nivel proyectado por las autoridades económicas, de 2,9% del PIB. Sin otras medidas, las que en varias ocasiones han sido negadas a nivel oficial no más impuestos, inflexibilidad del gasto por su generación endógena (indexación y reajustes por motivos adicionales) no solo parece inalcanzable la meta de este año, también lo sería la más baja aún planteada como objetivo para el año entrante: 2,5% del PIB. La historia económica de nuestro país muestra que en años electorales el gasto público no es posible reducirlo ni hacerlo crecer por debajo de lo que se recauda.

La resignación al incumplimiento de las metas puede ser una alternativa que se maneje. No hacer nada desde el punto de vista de los instrumentos de la política fiscal ni aumentar la presión tributaria ni cuasifiscal, ni reducir el gasto es una opción descartable. Es impensable que las autoridades no se preocupen por reducir la brecha fiscal si no alcanza el crecimiento de la economía para generar los recursos tributarios necesarios para el objetivo. Implicaría un aumento del endeudamiento con derivaciones sobre la calificación de la deuda y el costo de su servicio.

Una segunda alternativa a la que puede llevar la circunstancia fiscal actual y esperable no esperada para los veinte meses que le restan como derechos de manejo fiscal a la actual administración, puede inferirse de lo que dijera el Ministro de Economía, el Cr. Astori, hace unos días en una reunión de la Cepal. Refiriéndose en términos genéricos a lo que ocurre en América Latina y lo que se debe hacer desde el punto de vista fiscal, señaló lo que considero que ha sido el camino por el cual él ha optado para nuestro país: " pensar en el papel de la política fiscal desde el punto de vista de sus dos grandes componentes: la política de ingresos y la política del gasto público ". Respecto al instrumento tributario, el ministro señaló los objetivos...

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