Ricardo III murió en combate por heridas

Nunca se había hablado tanto de este rey como desde hace dos años a esta parte. En 2012 se encontraron sus restos en el lugar donde se construía un estacionamiento en Leicester, y los análisis de ADN posteriores confirmaron que el esqueleto encorvado con heridas de guerra era el del último rey Plantagenet, caído cerca del lugar y enterrado discretamente por los hermanos franciscanos.Ricardo III, el último rey inglés muerto en el fragor del combate, acabó sucumbiendo a dos heridas en la cabeza mientras luchaba ya apeado de su caballo y sin portar un casco protector. Los libros de historia recogen profusamente el desenlace de aquella batalla de Bosworth que en 1485 sentenció a la dinastía de Plantagenet, pero tal precisión sobre las lesiones infligidas al monarca con armamento medieval solo ha salido a la luz esta misma semana como resultado de los nuevos análisis practicados a sus restos, que fueron localizados hace dos años en el subsuelo de un estacionamiento público de Leicester.La recreación, que se dice fidedigna, de unos hechos acontecidos hace más de cinco siglos ha sido posible gracias a aquel publicitado hallazgo en la misma ciudad del centro de Inglaterra donde Ricardo fue enterrado sin pompa alguna y condenado al olvido, bajo las consignas de su rival y sucesor, Enrique VII.Los avances en las técnicas forenses aplicados en escrutar su osamenta han descubierto que el rey retratado por William Shakespeare como un villano ambicioso y cruel sufrió al menos once heridas, de las que dos detectadas en el cráneo resultaron fatales. Una tercera en la zona de la pelvis también presenta "el potencial de causar una muerte rápida", detalla Sarah Hainsworth, autora del estudio publicado en la edición digital de la revista The Lancet, pero los investigadores han concluido que fue provocada por un puñal sobre el cuerpo ya inerte del monarca.La punta afilada de una espada o de otra arma de la infantería de la época medieval, co-mo una alabarda, fue la responsable de las heridas mortales en la cabeza, según el equipo de científicos que denota la ausencia de otras lesiones en brazos y manos como indicación de que la víctima portaba la armadura, aunque no el casco, en el momento del deceso."Las heridas que presenta demuestran que sufrió el ataque de varios asaltantes, con armas propias del período medieval tardío", describió Sarah Hainsworth, coautora de la investigación, según publica ABC.es.> Apoyándose en "algunos relatos neocontemporáneos", el patólogo Guy Rutty...

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