Ruso debuta haciendo cine en Uruguay

Un trabajo para la Escuela de Cine llevó al ruso Dimitry Rudakov, residente en Uruguay desde hace seis años, a rodar su ópera prima, 23 segundos. El actor Hugo Piccinini encarna a un limpiavidrios que descubre el amor a partir de un incidente trágico.Emiliano limpia parabrisas en las calles de Montevideo a cambio de monedas. Precisamente lo hace en la esquina donde se juntan las calles ficticias Camino El Abrojo y San Javier, en un semáforo que la Intendencia le proporcionó al equipo de producción del filme y que fue instalado en el barrio Melilla, para confusión de los conductores.Estando en su puesto de trabajo un incidente trágico lo pone frente a Carina, una chica de clase alta completamente diferente a él y se enamora. El sentimiento que hasta ahora desconocía lo hará vincularse con el mundo desde otra óptica, sin entender por completo lo que sucede. El protagonista vive con su madre y tiene un pequeño retraso mental, característica que puso a prueba la capacidad de Hugo Piccinini (también coautor del guión junto con Rudakov) frente a las cámaras.> Si no puede ver el video haga click aquíEl debutante director vino a Uruguay "sin un objetivo claro, quería conocer y ver qué pasa", según explicó a El País. "23 segundos es el tiempo que tarda el limpiavidrios en lavar el parabrisas de un auto en el semáforo", agregó sobre el título.El ruso no hizo ningún tipo de investigación sobre la realidad de estos personajes de la calle porque su intención estaba muy lejos de hacer una proyección social. "En realidad Emiliano podría perfectamente dedicarse a otra cosa, no es lo central en la película. Importa la historia y el hombre que allí se presenta. Me inspiré en un limpiavidrios que tenía colgada al cuello una cadena plateada enorme. Empecé a pensar por qué la tenía y cuál era su significado. Yo encuentro un paralelismo entre este personaje y Don Quijote, un ser que no está loco pero es como de otro mundo, tiene mucho en el corazón, se enamora y no entiende qué está pasando".Para Rudakov las películas vienen a su mente como una foto, a partir de una imagen o una frase. "Estoy convencido de que no podés escribir un guión sentándote a hacerlo y punto. Antes tenés que salir, pelearte en la calle, amar mujeres, vivir".Ese proceso de construcción fue casi una pulseada...