Sainete con final previsible

El pasado fin de semana se llevó a cabo el sexto Congreso Extraordinario del Frente Amplio que tenía entre sus objetivos la aprobación de su Programa de Gobierno para el período 2015 – 2019.El “debate” estuvo precedido por varias apariciones en la prensa de los supuestos voceros de posiciones encontradas. Desfilaron los defensores de la actual política económica, los que quieren un “giro a la izquierda” y los que pretenden encaminar al Uruguay en un proceso que culmine en el socialismo (¿?) sin que nadie sepa muy bien a qué refieren con ese concepto.El Congreso se transforma en un ámbito fértil para la polémica porque la correlación de fuerzas a la interna del FA es diferente a la que surge de las elecciones nacionales y entonces los más “izquierdistas” crecen en influencia frente a los menos. La disputa del fin de semana tuvo momentos de emoción, agrias discusiones y amenazas de abandono de las comisiones por parte de los que se negaban a ser “cocinados” en un ámbito que no les era propicio. Sin embargo y como se podía esperar, la sangre no llegó al río. Ningún grupo se puede dar el lujo de prescindir del resto y en aras de la sacrosanta unidad, negociaron el contenido final de las propuestas.No es aquí el lugar de inventariar la colección completa de dislates que durante dos días se pudo escuchar de parte de delegados ni tampoco las mociones presentadas, la mayoría de las cuales no tuvieron andamiento. En ese rechazo primó seguramente el criterio de “no asustar burgueses” más que convicciones profundas en contra de las mismas. En definitiva el Programa debe ser funcional a competir en las próximas elecciones y esos exabruptos son un “bocatto di cardinale” para “la derecha”.En relación a lo económico, la creación de un nuevo...