Seguir a Brasil, pero en todo

Hace dos semanas, bajo el título "El mundo y la región nos acechan" me refería al entorno mundial, amenazante, que estamos enfrentando, con dificultades y cambios tanto fuera de la región como en el barrio. Y terminaba mi nota aludiendo al "piloto automático" que parece haber puesto el gobierno para transitar una zona de indudables turbulencias como si el horizonte estuviera en realidad despejado.Tiene a su favor el gobierno en su estrategia por un lado haber blindado financieramente las finanzas públicas, mediante una excelente política de administración de la deuda, especialmente su desdolarización y reperfilamiento, lo que se complementa con una magnitud considerable de recursos contingentes provenientes de multilaterales. Y por otro lado, con tener tranquilo y seguro el frente bancario, otrora fuente de problemas por regulación y supervisión defectuosas. Se trata de cambios en instituciones que se iniciaron tras la crisis y que llegaron para quedarse.Todo eso no es poca cosa, pero no alcanza. También están el diseño de la política económica, la consistencia entre las diferentes políticas y el esfuerzo que se pide a cada una de ellas, así como las pautas del programa financiero de corto y mediano plazo y su necesaria flexibilidad ante un contexto de turbulencias que puede resultar en varios escenarios alternativos y bastante diversos entre sí y con el programado oficialmente.Nuestros vecinos ya han introducido enormes cambios en sus respectivas políticas y no vuelan con piloto automático. En Brasil se ha fortalecido la política fiscal y ha sustituido como ancla a la monetaria, que se llevó al extremo y dejó al país al borde del receso económico. Se ha viabilizado una fuerte corrección del tipo de cambio y se ha comenzado a mejorar la competitividad con fuera de la región sin que se acelere la inflación ni las expectativas sobre ella. En Argentina también se sacó el piloto automático pero para rumbear la nave hacia una extraordinaria colisión que dará por tierra con el llamado "modelo K", que ha sido la construcción de un castillo de naipes sobre la base de distorsiones macro y micro económicas.Lo cierto es que el barrio, con el que hasta hace pocos meses teníamos buenas relaciones de precios y de tipo de cambio real, se nos ha dado vuelta de un modo o de otro y con el dólar en torno a R$ 2 en Brasil y a $ 6 en Argentina, hemos quedado en offside ya que el considerable atraso cambiario con fuera de la región no se ha alterado. Dicho sea de paso, el dólar...

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