'Sigo disfrutando la misma emoción'

Alguien ha dicho ya que hay algo mágico en Morgan Freeman, de modo que no debería llamar la atención encontrarlo en el elenco de "Nada es lo que parece", historia de suspenso e ilusionismo que se estrena mañana en Montevideo.Guillermo ZapiolaLa película va a pasar a la historia, empero, por un incidente lateral y bastante gracioso. Freeman se durmió ante cámaras mientras asistía a una entrevista televisiva para promover su película en el canal norteamericano Q13, de la cadena Fox. Los conductores del programa, Kaci Aitchison y Bill Wixey, lo dejaron cabecear mientras su compañero de elenco Michael Caine continuaba respondiendo a las preguntas.Freeman bromeó en un comunicado de prensa acerca de su siesta televisiva. "No estaba durmiendo, lo que pasa es que soy probador de Google Eyelids y estaba actualizando mi Facebook", explicó.Freeman y Caine son solamente dos de los integrantes del elenco de Nada es lo que parece, película dirigida por Louis Leterrier en la que también actúan Jesse Eisenberg, Mark Ruffalo, Isla Fisher, Woody Harrelson, entre otros.Eisenberg, Fisher, Harrelson y Dave Franco interpretan al cuarteto de prestidigitadores que recorren el mundo (de París a Las Vegas) cometiendo espectaculares asaltos con un toque robinhoodesco: despluman a ladrones de mucho más alto vuelo que ellos, y reparten el dinero obtenido entre su público. Interpol y el FBI les pisan los talones, y también tienen que enfrentar a Morgan Freeman, un antiguo mago a quien se le encarga investigarlos.Ha sido un año muy movido para Freeman. Ha actuado en el "thriller" político Olympus Has Fallen y en la aventura de ciencia ficción Oblivion (con Tom Cruise), y también se lo verá en Last Vegas, con Michael Douglas, Robert De Niro y Kevin Kline. El actor, que cumplió 76 años el pasado 1 de junio, dice que le gusta la variedad. Está permanentemente buscando historias que le parezcan interesantes (para él y para el público), tratando de hacer cosas diferentes y encontrar actores con los que le gusta trabajar.Pudo haber dicho también que lo hace con una aparente facilidad que raya con el asombro. Es uno de esos actores de la mejor tradición del cine norteamericano, a los que parece bastarles "estar" en la pantalla para aportar un personaje convincente. Puede hacer de Dios, de un pistolero, del confesor y paño de lágrimas de Clint Eastwood en Million Dollar Baby (papel que le valió un Oscar) o de Nelson Mandela pero, como dijera alguna vez Katharine Hepburn en un amplio elogio de...