Uruguay soportará turbulencias de la crisis; inquieta bloqueo a los textiles

DANIEL HERRERA LUSSICHUruguay, en medio de amenazantes turbulencias, salvaría con cierta calma y seguridad lo que se podría denominar "Crónica de una muerte anunciada", extrayendo el título de la famosa novela de Gabriel García Márquez, para definir la gravísima crisis que golpea a la Unión Europea y Estados Unidos.Hoy nadie se animaría a aventurar las posibilidades de mejoría en una Grecia al borde del precipicio o España, Italia, Portugal o Irlanda con alarmantes síntomas de seguir los mismos pasos de los helénicos, con una Francia golpeada y Alemania por ahora como único baluarte de resistencia. En tanto Estados Unidos, salvado a solo horas de "entrar en default", con sacudidas extremas en las cotizaciones de Wall Street, déficit y deudas públicas casi sin parangón y un desempleo de más del 10%, y en una guerra interna política suicida, además de los desgastantes conflictos bélicos, seguirá siendo la gran potencia, aun con largos años de duros sacrificios.Uruguay está expuesto a sufrir algún golpe, suave o severo, según la magnitud y la duración de los grandes tsunamis que afectan el Viejo Continente y el país del norte. Y el riesgo que implicaría que la crisis obligara a China o India a restricciones en sus compras. Pero en general los expertos de estas latitudes, aunque no animan una opinión categórica sobre las incidencias inmediatas o a mediano plazo, la mayoría se inclina hacia algunos vaivenes, con enlentecimiento del crecimiento (hoy en 8%), baja del consumo, un mayor ajuste del cinturón, aunque conservando un buen estado de salud económica, si los precios de los "commodities" se mantienen, igual que el desempleo en el histórico porcentaje del 6,4%.Pero asoman otros peligros que amenazan, y no desde las lejanías.Se ubican dentro de los límites del país y en las vecindades. Uruguay debe amortiguar los efectos de un creciente déficit fiscal, contener incrementos salariales que sobrepasen las pautas que la cautela y los rectores económicos aconsejan y como corolario controlar el espiral inflacionario. También es fundamental evitar el constante y desgastante enfrentamiento entre los distintos grupos que conforman la coalición de gobierno.VECINOS BAJAN LA CORTINA. A estos problemas se debe sumar el escaso sinceramiento de nuestros dos grandes vecinos, Brasil y Argentina, que permanentemente, y no es de ahora, bajan las cortinas fronterizas a las exportaciones uruguayas. Y no hay Mercosur que valga. Lo desconocen y mantienen las polémicas asimetrías...

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