Tenían a anciana cautiva y la despojaban

Una mujer con trastornos psiquiátricos fue sometida a una vida de cautiverio por una pareja que oficiaba de "cuidadora". Se quedaron con la casa de la mujer y la encerraron en una habitación donde la hacían vivir como un animal. Están presos.Fueron los vecinos que tomaron la decisión de denunciar el caso ante la Policía. La paciente investigación judicial demandó casi tres años entre los que hubo actuaciones de los juzgados de Familia y Penal.Un hombre y una mujer fueron procesados con prisión por un delito de abuso de personas en inferioridad psicológica en reiteración real con un delito de violencia privada.La Justicia confirmó que la habían obligado a firmar un compromiso de compraventa y pagaron cinco mil dólares -escribano mediante- por un bien valorado en 160 mil dólares.Los vecinos de la anciana, cuyo nombre de pila es Beatriz y tiene 75 años de edad, indicaron que la señora les contó que tenía una vida de buen pasar económico. Antes que llegaran sus cuidadores tenía una casa de su propiedad, automóvil, moto y algunas joyas, todo lo que fue perdiendo con el paso del tiempo."Es el resultado de un trabajo que inicié en 2011 cuando era juez de Familia y culminé ahora colmo juez Penal", indicó a El País, Marcelo Souto a cargo del Juzgado Penal de 1er. turno de Mercedes.El magistrado indicó que la decisión de procesar con prisión a los dos indagados se adoptó "luego de reunir un volumen probatorio muy grande que incluyó pericias en Montevideo" y que cuando estaba en el Juzgado de Familia ordenó "medidas urgentes" en el marco de sus competencias y derivó la causa al penal."En el medio, se ordenaron pericias y diligenciamiento de pruebas que llevan su tiempo. Es tan así que vuelvo a tomar el caso cuando me toca asumir Penal" indicó Souto Etchamendi desde la sede del Juzgado Letrado.En ese sentido, prefirió no avanzar sobre determinados aspectos cuando fue consultado sobre el proceder del profesional en la firma de un documento con una persona que evidencia inferioridad intelectual y por el pago de una suma notoriamente inferior al valor del mercado."No puedo opinar sobre eso porque seguramente continuaremos con las instrucciones" adelantó el magistrado actuante a El País.En determinado momento del año 2011, los vecinos del populoso barrio Cerro de Mercedes, empezaron a escuchar gritos de auxilio. Provenían de una habitación ubicada en una segunda planta en una de las viviendas de calle Casagrande.En principio la mujer pedía alimentos y era asistida de la...