El terror como una opción viable

MATÍAS CASTROPoco más de quince personas en rodaje, ocho mil dólares, varias casualidades y un rodaje apresurado produjeron que desde el fin de semana sea el film uruguayo más visto en Argentina: "La casa muda". El viernes llega a cines montevideanos.La difusión explosiva en todo el mundo de esta película uruguaya de terror fue menor a la del corto Ataque de pánico, con el que Federico Álvarez llegó a Hollywood en cuestión de semanas, pero fue más intensa. "Nunca nos imaginamos que todo esto iba a pasar. Al principio era un proyecto entre amigos que con suerte se iba a estrenar en Uruguay", cuenta Gustavo Hernández, director y coguionista, quien además de vivir el sorpresivo trayecto de su film se convirtió en padre durante el proceso.La historia del crecimiento de la película es resultado de la suma de una serie de coincidencias, de decisiones que parecían menores, de ideas ingeniosas, de talento técnico y, como en casi todo proyecto cinematográfico uruguayo, de obstinación. La financiación se hizo en forma cooperativa, por lo que cada uno de los participantes ponía su trabajo y acordaba repartirse un porcentaje de las eventuales ganancias. La plata que pudieron disponer en efectivo, unos 8 mil dólares, fueron puestos por el productor Gustavo Rojo, quien los tenía ahorrados para cambiar su auto.La fecha de rodaje fue adelantada y fue uno de los factores decisivos para la proyección internacional, según cuenta el director. Inicialmente la iban a filmar en enero o febrero de 2010. A mediados del 2009 dieron con la casa indicada en Montevideo rural (Hernández cuenta que el momento en que la descubrieron, al atardecer y lejos de todo, les dio la certeza de que era el lugar exacto para hacer su film de horror). El dueño de la casa les pidió que filmasen cuanto antes porque estaba enfermo y no creía que iba a estar allí para el verano de 2010.meteórico. De este modo filmaron antes y para enero del año pasado ya tenían el primer trailer colgado en su página web. A partir de ese momento circuló por Internet como un virus y comenzaron a aparecer ofertas de distintos lugares. Varios estudios de cine de Estados Unidos les escribieron de inmediato, interesados en comprarles los derechos para hacer la remake. "Pero ponían como condición que la película original tenía que desaparecer", cuenta el director.En ese momento una oferta así era tentadora, pero la idea de guardar la película original, que tanto trabajo les había costado, pesaba más. En ese período fueron...