Textos

Marcel ProustEL ROSTRO humano es realmente como el de un dios de alguna teogonía oriental, un racimo de rostros yuxtapuestos en planos distintos y que nunca se ven a la vez.* * * *A PARTIR de cierta edad, e incluso si en nosotros se cumplen evoluciones distintas, cuanto más se convierte uno en sí mismo, más se acentúan los rasgos familiares. Pues la naturaleza, aun prosiguiendo armoniosamente el dibujo del tapiz, interrumpe la monotonía de la composición gracias a la variedad de las figuras intercaladas.* * * *UN SORDO total, puesto que la pérdida de un sentido añade tanta belleza al mundo como su adquisición, se pasea ahora con delicia por una Tierra casi edénica donde el sonido aún no ha sido creado.* * * *TRABAJAMOS siempre para dar forma a nuestra vida, pero copiando sin querer, como un dibujo, los rasgos de la persona que somos y no los de aquélla que nos agradaría ser.* * * *SOLO conocemos las vidas de los demás a partir del día en que hemos sufrido por su causa.* * * *CADA UNO llama ideas claras aquellas que tienen el mismo grado de confusión que las suyas propias.* * * *A VECES, la costumbre de pensar impide sentir lo real, inmuniza contra ello, y hace que parezca también pensamiento.* * * *SOLO nos curamos de un sufrimiento a condición de experimentarlo plenamente.* * * *EL ARTE no es lo único que pone encanto y misterio en las cosas más insignificantes; este poder de ponerlas en íntima relación con nosotros también está reservado al dolor.* * * *NUESTRO afecto por los demás se debilita no porque están muertos ellos, sino porque morimos nosotros.* * * *CUANDO se ha cambiado mucho, se tiende a suponer que se ha vivido más tiempo.* * * *LOS HOMBRES pueden tener varias clases de placeres. El verdadero es aquel por el que abandonan el otro.* * * *QUE ALGUIEN lleve el mismo apellido que uno sin ser de la familia es un...