El TLC con China

El impulso de la forestación en la primera administración Sanguinetti, la ley de puertos de Lacalle, la reforma de la seguridad social de Sanguinetti II, la reforma del sistema financiero de Batlle, el Plan Ceibal de Vázquez I y el desarrollo de la energía eólica en el gobierno de Mujica marcaron mojones en el desarrollo del país.

La firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China entraría en este selecto grupo de políticas. No va a ser nada fácil lograrlo. Tampoco lo fueron las anteriores. > > Lo primero que hay que tener bien presente es que los beneficios y costos de firmar un TLC con China no pesan lo mismo. Los beneficios son enormemente mayores. Así lo indica un reciente estudio realizado en la Universidad de Yale por JP de Oliveira -que aplicó el modelo desarrollado por el economista uruguayo Lorenzo Caliendo y el chileno Fernando Parro. La metodología tiene en cuenta los cambios en las tarifas de las exportaciones y las importaciones, tanto de bienes finales como de insumos utilizados en el proceso productivo. El resultado es contundente: a Uruguay le conviene. Luego de poner en la balanza los costos y beneficios, tendríamos una clara mejora en el nivel general de vida de la población.> > Ingresar a China sin pagar aranceles ofrece grandes oportunidades para exportar carne, soja y lácteos, donde existe una demanda creciente. En la situación actual, solo estos tres productos representan el 35% de las exportaciones totales del Uruguay. Y en los tres casos se abre la posibilidad de ingresar con productos de mayor calidad y, por ende, con mayor valor agregado. El TLC con China sería clave para empezar a introducir productos procesados de carne vacuna. Para los productores de soja traería la posibilidad de ingresar en el segmento que se utiliza para consumo humano. Para distintos productos del sector lácteo también se abrirían oportunidades en la medida que se elimine la desventaja que tenemos frente a Nueva Zelanda que ya tiene un TLC firmado con China. > > A su vez, hay que tener presente el beneficio que implica simplificar el ingreso de a China. A través de un TLC se podrá negociar el paquete completo de condiciones de ingreso (barreras sanitarias y fitosanitarias, normas técnicas) y así evitar la negociación individual cada vez que se quiere introducir un producto.> > También hay que poner en la balanza la posibilidad de venderle a China nuevos productos. Es fácil decirlo, pero para poder hacerlo se necesita innovar. Y para...

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