¿Nos han tomado por idiotas?

DIEGO FISCHERLa alegría va por barrios dice el dicho y ahora le llegó el turno a Carrasco. Ese barrio de cajetillas y ricachones que viven en grandes casas enrejadas, rodeados de cercos electrificados y con guardias de seguridad privados. Es que el director de Espacios Públicos, Hábitat y Edificaciones de la Intendencia, Daniel Espósito (que nombre largo tiene el cargo, no así la visión de quien lo ocupa) teme que con la recuperación del Hotel Carrasco, el barrio jardín de Montevideo, ponderado por urbanistas del mundo, se transforme en un ghetto de platudos. En primer lugar el señor Espósito debería informarse un poco. Podría leer los diarios de los últimos 20 años y comprobar qué hizo la Intendencia de Montevideo con uno de los edificios más hermosos y emblemáticos de la ciudad. Comprobaría que la multimillonaria inversión que está realizando hoy el consorcio Codere Sofitel para recuperar el magnífico edificio y su entorno, fue el final de un tortuoso camino que llevó 15 años recorrer. También debería saber el jerarca de marras que Carrasco fue en sus comienzos el balneario importante de Montevideo, desde la inauguración del propio Hotel en los años 20. Y que durante muchas décadas familias montevideanas y porteñas tenían sus...

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